Sentimos el dolor de la partida del papa Francisco, unido a la gratitud por su magisterio de esperanza: Mons. Paolo Rudelli

Unidos a los católicos del mundo, en la Basílica Metropolitana – Catedral Primada de Colombia se celebró la primera de tres eucaristías por el eterno descanso del papa Francisco, con las que el país agradece a Dios Padre por el fecundo ministerio del Santo Padre, “marcado por la virtud de la esperanza, basada en la fraternidad, en el sentirnos hermanos, hermanas, llamados a caminar juntos, teniendo la certeza que el Señor está cerca y las palabras de Jesús: <<No temas>>”.

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Durante la santa misa, presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli y concelebrada por los cardenales Rubén Salazar Gómez y Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, se recordó al Papa, que ha partido a la casa del Padre, como un “gran apóstol de la misericordia y la esperanza (…) dos palabras que describen su legado para el mundo”, precisó monseñor Rudelli.

Agregó que “el Papa le ha enseñado al mundo a hablar de ella (de la misericordia) y a vivirla desde el corazón de Jesús” ... a querer como hermanos a los más vulnerables, a los pobres, a los migrantes, a los privados de la libertad; a salir al encuentro de todos; a detectar muchas mentiras y dolores del mundo, como las guerras, el hambre, el sufrimiento”, realidades ante las que el Papa, con sus palabras, recordó que “la esperanza no defrauda”.

Sobre su visita a Colombia en el 2017, el nuncio apostólico afirmó que “las palabras misericordia y esperanza tienen un sentido especial para nuestro país”. Destacó los mensajes entregados por el Pontífice, en los que invitó a "dar el primer paso” hacia la reconciliación, el perdón de corazón. Insistiendo, además,  en la importancia de la salida misionera. 

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“Hoy seguimos rezando por él, estando seguros que él seguirá rezando por toda la Iglesia a la que ha servido (…) Al tener a Cristo resucitado, sentimos también presente al papa Francisco”.

Finalmente, exhortó a unirse en oración pidiendo a Dios donar un nuevo pastor a su Iglesia, y discípulos misioneros que continúen llevando luz al mundo.

Acompañaron la celebración eucarística el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Edwin Vanegas; sacerdotes que sirven en esta Arquidiócesis y en la Conferencia Episcopal de Colombia; religiosas; diáconos y comunidad en general.

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Unidos en oración por el eterno descanso del Sumo Pontífice, y en gratitud por su vida y ministerio.

El martes 22 de abril, el cardenal emérito Rubén Salazar Gómez presidirá la santa misa, a las 12 del mediodía, en la Catedral Primada. Y el miércoles 23 de abril, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.

A continuación, homilía de monseñor Paolo Rudelli: