"La mejor manera de honrar al papa Francisco es vivir en esperanza": monseñor Edwin Vanegas

En un ambiente de profunda fe y recogimiento se celebró, en la Basílica Metropolitana – Catedral Primada de Colombia, la misa exequial en memoria del papa Francisco, recientemente fallecido. La ceremonia fue presidida por monseñor Edwin Vanegas Cuervo, obispo auxiliar de Bogotá, y concelebrada por monseñor Alejandro Díaz García, también obispo auxiliar de esta arquidiócesis. Cientos de fieles, sacerdotes, seminaristas y religiosos se congregaron para unirse en oración y expresar su gratitud por el legado del primer Pontífice latinoamericano.

En su homilía monseñor Edwin Vanegas, destacó el testimonio de vida del Santo Padre, como un verdadero testigo de la fe, la esperanza y la caridad.

Memoria agradecida

El papa Francisco fue para la Iglesia y para el mundo un testigo de que Cristo vive, reina y da sentido a la historia. Su muerte suscitó no solo manifestaciones de condolencia, sino una certeza profunda de su testimonio de vida, precisó el obispo.

Seguidamente, invitó a los presentes a realizar una memoria agradecida del papa Francisco, resaltando tres aspectos fundamentales de su vida y ministerio:

• Un sentimiento: La misericordia, como el motor que impulsó sus acciones y su mirada compasiva hacia la humanidad, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

• Un pensamiento: La fraternidad universal, basada en una cultura del encuentro, el diálogo y la búsqueda sincera del bien común más allá de diferencias.

• Una idea: La concepción de la Iglesia como el nuevo pueblo de Dios, un pueblo peregrino, servidor y misionero, llamado a ser luz de esperanza en el mundo.

   

Un llamado a vivir la esperanza

Monseñor Vanegas concluyó recordando que el Papa Francisco soñó con un mundo reconciliado y lleno de esperanza, y convocó a los fieles a honrar su memoria viviendo el Jubileo de la Esperanza 2025 como un tiempo para fortalecer la fe y la misión evangelizadora:

"La mejor manera de honrar su memoria es creer en esa esperanza de la que él ahora puede estar disfrutando junto a Dios", señaló.

La ceremonia, cargada de profunda emotividad, fue también una manifestación de comunión eclesial y de gratitud por el legado de cercanía, humildad y amor a los más necesitados que caracterizó al Santo Padre a lo largo de su pontificado.

La Arquidiócesis de Bogotá invitó a todos los fieles a continuar en oración por el descanso eterno del Papa Francisco y a seguir su ejemplo de fe viva, misericordia activa y amor universal.