Testimonio de un victimario que pide perdón a los colombianos, reinsertado del ELN

San Juan Pablo II, ofrendó su dolor y lo unió a Cristo en la cruz, de ahí el sentido de esta visita, como lo expresó el cardenal Rubén Salazar Gómez: “que la sangre de los cristianos que se derrama permanentemente en el mundo entero si está unida a la sangre de Cristo tiene un efecto redentor, salvador. Cristo nuestro Señor murió en la Cruz, derramó su sangre por nosotros…estamos llamados a unirnos a esa Cruz de Cristo, a ofrecer esa sangre derramada al Señor para el perdón y la reconciliación de todos los colombianos, para que algún día podamos ponerle un fin definitivo a la guerra en nuestro País”.

Por la anterior razón, como motivación a la Visita de la Reliquia de San Juan Pablo II “Unir la sangre derramada en Colombia, a la de San Juan Pablo II, como ofrenda de reparación espiritual, por la reconciliación entre víctimas y victimarios”, publicamos a partir de hoy algunos testimonios de victimarios y víctimas como testigos de la Misericordia, del perdón y la reconciliación:

Testimonio de Herney Mauricio Muñoz:

Inició en el ELN desde los 16 años de edad, “consumía drogas y mataba gente”, le hicieron un atentado, atropellaron a sus familiares, le tocó abandonar el pueblo e internarse en el monte. 

Conoció un sacerdote que nunca lo abandonó, que estuvo dispuesto a arriesgar la vida por él y le ayudó para salir adelante, de ahí que su encuentro con Dios le ha permitido cambiar: “Manifestación mística de Dios, porque él llegó de la nada… porque Dios me lo puso en el camino y me ayudó a retirarme de esa vida tan horrible que llevaba”.

Su real conversión fue cuando conoció al grupo de Lazos de Amor Mariano: “yo pertenezco a él, aprendí a querer a la Santísima Virgen, adoro a Dios, venero a la Santísima Virgen, ella me enseñó el camino, es la intercesora mía ante Dios por todos mis pecados”.

Herney Mauricio da su mensaje de victimario convertido a los colombianos y pide perdón:

“Yo quiero decirle al País que de pronto no nos mire como esas cosas raras y malas que fuimos en el pasado, que más bien miren ese cambio que hoy en día estamos dando muchos, hay otros que de pronto están equivocados… el mensaje que Dios a través de nosotros quiere darles: La conversión de nosotros no es fácil, dejar una vida a la cual de pronto algún  gusto le sacaba y que hoy en día uno se preocupa por hacer el bien.  Que nos perdonen por el mal que hicimos en determinadas regiones del País, el perdón uno no es capaz de ganárselo, el perdón simplemente uno lo da y a uno se lo dan, porque el perdón no se rifa, uno no es capaz de volver esas víctimas a la gente que uno asesinó o hizo daño, Dios, Jesucristo entregó su vida, nos regaló el perdón… ¿por qué no nos los pueden dar a nosotros?…Me arrepiento de todo corazón, hablo desde el amor de Dios, soy bendecido por El, por todo esto maravilloso que me pasa,  por tener la oportunidad de pedir perdón, que lo anhelo, lo espero y perdonarme yo mismo”.