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Monseñor Luis José Rueda: "Nuestro gran problema es el narcotráfico, que genera cultura de la muerte"

24 de agosto de 2022
Monseñor Luis José Rueda: "Nuestro gran problema es el narcotráfico, que genera cultura de la muerte y propicia la violencia"
Imagen:
de referencia.
Entrevista concedida al portal web Religión Digital / Director: José Manuel Vidal.

Llegó hace sólo dos años a la Arquidiócesis de Bogotá, tiempo suficiente para que Luis José Rueda Aparicio (San Gil, 1962) se haya convertido en un pastor al que su pueblo le reconoce dotes de misericordia, templanza y ejercicio sano de la influencia clerical. En entrevista exclusiva con RD, asegura que del principal problema de Colombia es "el narcotráfico, que genera cultura de la muerte y propicia la violencia". También se alegra de la llegada al poder de Gustavo Petro, que "manifiesta la solidez de la democracia colombiana" y explica el ansia de cambios de la sociedad.

Monseñor Rueda pide asimismo "perdón en nombre de la Iglesia" a las víctimas de la pederastia del clero, asegura que los obispos de Colombia están comprometidos con las reformas de Francisco y se remite a las normas de la Iglesia para desaconsejar el acceso al sacerdocio a los homosexuales que "presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay”.

Cumplió Usted dos años como arzobispo de Bogotá. ¿Qué balance hace de su labor?

Doy gracias al Señor que me ha permitido caminar con su Pueblo Santo en la Arquidiócesis de Bogotá. Ha sido un tiempo fuerte, marcado por lo inédito de la pandemia, además las movilizaciones sociales en todo el país, y el desarrollo del proceso electoral para el Congreso y para la presidencia de la República, ha sido un tiempo para buscar juntos, pastores y laicos, nuevas maneras para la formación, el servicio, en fin, para evangelizar.

Un tiempo de cercanía con las comunidades, y el tema de la sinodalidad al que nos invitó el papa Francisco nos permitió la escucha y esa cercanía de Iglesia, ha sido un Kairós, un tiempo de gracia, lo hemos vivido en Bogotá y en el país como una gozosa oportunidad para fortalecernos como Pueblo de Dios.

Constato un gran compromiso de todos los servidores de la evangelización, a quienes manifiesto mi gratitud, comenzando por los presbíteros, pues cada uno ha estado presente con su comunidad sirviendo en comunión con los laicos, con la vida consagrada.

Han sido dos años de grandes aprendizajes, he aprendido mucho en la ciudad y sigo aprendiendo, busco mejorar en mi discipulado misionero, en medio de mis limitaciones he tratado de dar lo mejor. El Señor ha caminado con nosotros, es hermoso descubrirlo presente en la ciudad-región.

En el mes de julio, cumplió también un año de presidente del episcopado colombiano ¿La mayoría de los obispos colombianos son partidarios de las reformas del papa Francisco?

Los obispos somos pastores de la Iglesia, nuestra preocupación es la evangelización, la formación del Pueblo de Dios, el gozo de anunciarles a todos la Buena Noticia que es el Señor Jesús muerto y resucitado por amor extremo, para darnos salvación. El primer desafío siempre es renovarnos en esa vocación evangelizadora, siempre dispuestos a servir, a descubrir los hilos del Reino de Dios en nuestro ambiente social, familiar, intraeclesial.

Los obispos de Colombia nos sentimos comprometidos con las orientaciones e impulso evangelizador que nos viene ofreciendo el Papa Francisco. Sus “reformas” como las llama, son el encuadrar toda la acción de la Iglesia en un más vivo y consciente compromiso evangelizador, a ello nos ha invitado con la Exhortación sobre el Anuncio del Evangelio en el Mundo Actual – Evangeli Gaudium; y en continuidad con este dinamismo evangelizador se comprende la reforma que manifestó recientemente en la Constitución Apostólica, Predicate Evangelium, sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo. Todo con el deseo de renovar la Iglesia según la imagen de la propia misión de amor que el Señor le confió. 

Corrupción, injusticia, desigualdad, violencia…. ¿cuál es el peor mal de su país?

Todos los grandes problemas que ha enunciado más el narcotráfico, conforman una compleja realidad que nos hace sufrir y nos desafía a todas las personas que vivimos en Colombia. Tenemos una violencia que se aferra por diversas raíces que la nutren, entre las cuales están esas y otras realidades que usted ha mencionado. Esta creciente violencia que se ensaña contra nuestros pueblos, como un monstruo destructor que afecta gravemente el proyecto de fraternidad inscrito en la vocación de la familia humana.

Nuestro gran problema es el NARCOTRÁFICO, que genera una cultura de muerte y de destrucción, propicia la violencia con todas sus manifestaciones contra los seres humanos, contra la casa común, contra la ética.  Por esto en el mensaje del Episcopado en la CXIII Asamblea Plenaria, del 4 al 8 de julio de 2022, en nuestro mensaje hemos recordado y exhortado a todos: “¡Basta ya de toda guerra! Caminemos juntos para erradicar cualquier expresión de odio y violencia, que no solo nos empobrecen materialmente, sino que también nos deshumanizan y aniquilan espiritualmente”.

¿Es posible que la paz se consolide definitivamente en Colombia?

Como nos lo dijo el papa Francisco en su visita a Colombia en el 2017, hablándonos de la paz, ese inolvidable 8 de septiembre en Villavicencio: “Es necesario que algunos se animen a dar el primer paso en tal dirección, sin esperar a que lo hagan los otros. ¡Basta una persona buena para que haya esperanza! No lo olviden: ¡basta una persona buena para que haya esperanza! ¡Y cada uno de nosotros puede ser esa persona!”.

Los colombianos estamos cansados de la violencia que nos ha quitado tantos años de alegría y tranquilidad, somos conscientes de que consolidar la paz definitivamente no es fácil, pero son muchas las personas, instituciones y fuerzas vivas del país que le aportamos a esta construcción con una certeza: que mientras haya esperanza, siempre será posible construir una sociedad mejor, más humana, más cimentada en los valores del Reino cuyas semillas están en nuestra historia. 

A su juicio, ¿qué significa para Colombia y para la Iglesia colombiana la llegada al poder de Gustavo Petro?

La llegada al poder presidencial del doctor Gustavo Petro Urrego, en primer lugar, manifiesta la solidez de la democracia colombiana. En un segundo lugar, evidencia que hay una buena parte del país que anhela cambios en los servicios fundamentales que debe prestar el Estado a su pueblo buscando siempre el bien común.

Hace poco los obispos presentaron al Papa un informe sobre la violencia del país. ¿Qué les comentó Francisco?

El papa Francisco siempre ha manifestado una cercanía a nuestro país, y en diversas oportunidades nos ha manifestado su apoyo en la oración. Su cercanía, paternidad e interés por estar al tanto de la situación de nuestras realidades, nos permite compartir abiertamente nuestras preocupaciones y recibir sus orientaciones, para solucionar nuestros problemas con una evangelización que irradia las actitudes de Jesucristo el Señor: Discernimiento en el Espíritu, fraternidad, diálogo, respeto a la vida, reconciliación, misericordia.

Fue una conversación serena y sincera donde percibimos la cercanía del Papa, su interés por nuestra situación, así como su apoyo orante, además de algunas exhortaciones y claves para continuar como Iglesia sirviendo a este pueblo de Dios y a continuar con gozo el camino sinodal que hemos emprendido.

Recientemente, a inicios de junio, el Papa recibió a Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, a nombre de los obispos de una de las regiones más golpeadas de nuestro país, como es el Chocó, y en general la zona del Pacífico, le compartió sobre la dramática situación de conflicto en esos territorios azotados por la violencia.

¿Le duele especialmente la herida de la pederastia del clero?

Como pastor, como bautizado, como discípulo del Señor, le puedo asegurar que desde el corazón siento dolor por esta herida. Me pongo de parte de las víctimas y sus familias heridas, les pido perdón en nombre de la Iglesia y les digo que los acompañamos espiritual y psicológicamente para que puedan reconstruir sus vidas. Me siento llamado a poner de mi parte todo lo que esté a mi alcance, le pido al Padre de la eterna misericordia que nos ayude, a fin de sanar esta dolorosa herida y avanzar por caminos de verdadera conversión, comenzando por nosotros los ministros ordenados.

¿Es partidario del celibato opcional?

Es un tema que merece discernimiento, reflexión y oración.  El celibato es un don que da el Espíritu Santo y una tarea de responsabilidad humana. Quien busca ser sacerdote, debe discernir si ha recibido este don y libremente decide si opta por este camino de vida. La Iglesia no impone “por ley” la obligación del celibato a nadie, ella lo exige como requisito al que opta libremente y en conciencia, para ser llamado a las órdenes sagradas.  

Los obispos alemanes acaban de pedir perdón por la actitud de la Iglesia ante los homosexuales. ¿Cree usted que un homosexual pueda ser sacerdote, si mantiene, al igual que un heterosexual, la promesa de castidad?

Para responder su pregunta le comparto la respuesta de la Iglesia que es muy clara al respecto, instrucción del 31 de agosto de 2005, de la Congregación para la Educación Católica, sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas, en el numeral 2:

“A la luz de tales enseñanzas este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay”.

¿Cree que el Papa debería ir a Kiev y a Moscú, para pedir la paz?

La Iglesia toda desde siempre ha estado comprometida con la paz, es un mandato del Señor. El santo padre, Francisco, como todos los pontífices, ha manifestado preocupación por las diversas situaciones de guerra y violencia en las distintas latitudes del mundo. En este caso concreto de Rusia y Ucrania, él ha hecho lo que ha discernido necesario y conveniente para aportar a la solución de esta guerra. Estoy convencido que Él según sus fuerzas y su constante discernimiento si ve que es algo que le está pidiendo el Señor no dudará en realizarlo.

¿El CELAM está siendo un actor activo y creativo en la puesta en marcha de las reformas del papa Francisco?

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en su naturaleza y misión es un organismo de comunión, reflexión, colaboración y servicio a la Iglesia en América Latina y el Caribe, por lo cual se ocupa de ser un actor activo y creativo en las dinámicas que la Iglesia va asumiendo para cada momento.

Fuente:
religiondigital.org
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