La familia, tema central de la XCVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia

Como objetivos de la Asamblea Plenaria está reflexionar colegialmente sobre la vocación y la misión de la familia en la realidad colombiana, identificar los desafíos que esta institución afronta actualmente y definir unas líneas pastorales como respuesta a estos desafíos.  Así mismo, elaborar un documento con las aportaciones comunes del episcopado colombiano para el próximo sínodo de la familia que se llevará a cabo en Roma en el mes de octubre.

Vea en el siguiente el link el discurso inaugural:

https://www.cec.org.co/images/Documentos/Doc2015/Asamblea_Plenaria/Febrero/3_Alocucion_Inaugural.pdf

El presidente del episcopado, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, en su presentación resaltó 5 aspectos en el que los prelados centrarán su reflexión:

1. Animar a las familias católicas para que sigan viviendo el Evangelio de la familia en el amor y en la tensión hacia la santidad. 
2. Poder comunicar a las familias en dificultades que la Iglesia quiere estar cerca de ellas dándoles fuerza y esperanza para que la luz del amor se intensifique con la gracia de Dios. 
3. Infundir a las familias el deseo y la vocación de transmitir la fe a sus miembros especialmente a sus hijos y de proyectarse misioneramente a la manera de los primeros cristianos. 
4. Comunicar a los esposos que no pueden recibir la eucaristía que no los hemos olvidado y que buscamos caminos para ayudarlos. 
5. Llegar a los jóvenes para que capten la belleza del matrimonio y no se dejen llevar por la cultura de lo provisional y que vean la importancia de asumir la responsabilidad frente a Dios. Acompañar a los novios e informarlos sobre la importancia de la castidad.

En otro punto, el presidente del episcopado también hizo referencia a la realidad de los divorciados vueltos a casar. El prelado presentó dos perspectivas: la aplicación pastoral y los principios de la Iglesia. En este sentido citó siete ámbitos: la misericordia, la reconciliación, la Eucaristía, la tradición ortodoxa, las obligaciones del Evangelio y el "escándalo" que supondría para la Iglesia la exclusión de aquellos que viven en contradicción con la doctrina.