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La comunidad de Sant’Egidio celebra el acuerdo con las Farc

30 de septiembre de 2015

Conseguir principios de acuerdo luego de una guerra fratricida de más de setenta años sólo demuestra que la paz es un anhelo y una posibilidad real. Tal vez lo más duro…

La Comunidad de Sant’Egidio, fundada en Roma en 1968, a la luz del Concilio Vaticano II, muestra “gran satisfacción” por el acuerdo preliminar de paz al que se llegó en la ciudad de La Habana entre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el líder de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

Insiste, además, en su apoyo para acompañar a las partes, con el objetivo de que concluyan definitivamente las negociaciones antes de los seis meses previstos, con la obligación, por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, de deponer las armas antes de que pasen 60 días.

En una conferencia de prensa en la sede de la Comunidad, el presidente de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, y Gianni La Bella, que ha seguido durante los últimos años la evolución de las negociaciones, recordaron el sangriento trayecto de violencia que, como explicó Impagliazzo, «comenzó hace casi 70 años, en 1949, provocando en total, hasta el día de hoy, 500 mil víctimas (entre la guerra civil de los años 50 y los enfrentamientos entre las Farc y el gobierno desde 1964).

Colombia es el tercer país más poblado de América Latina y es una especie de bisagra entre el norte y el sur del continente. Se vio involucrado durante demasiado tiempo en esta dramática espiral de violencia». Ahora, finalmente, se ve la luz al final del túnel, pues, si las negociaciones prosiguen con éxito, Colombia «podrá retomar su papel en el proceso de integración de América Latina y las heridas profundas infligidas al pueblo colombiano podrán ser sanadas».

La Comunidad de Sant’Egidio considera que la firma del protocolo de La Habana confirma la tesis según la cual «la paz siempre es posible», sobre la que se insistió durante el Encuentro Internacional de Tirana. El papel de la Comunidad, dijo Marco Impagliazzo, fue importante «en la obra de facilitación del encuentro y del diálogo entre el gobierno y las Farc, además del compromiso para convencer a los extremistas de ambas partes». Y añadió que la Comunidad seguirá acompañando el proceso de paz hasta la firma final.

También tuvieron un papel fundamental las Escuelas de la Paz, lugares creados por las Comunidades de Sant’Egidio en todo el mundo y presentes también en Colombia que educan a la paz a las jóvenes generaciones, teniendo en cuenta el futuro del país.  Impagliazzo recordó que en junio y julio de este año, la Comunidad transmitió a papa Francisco dos mensajes de las Farc, en los que se pedía su intervención para llegar al cese de las hostilidades; después citó el llamado de paz del Papa durante la oración del Ángelus del domingo pasado en La Habana, en donde habló precisamente sobre Colombia: «No podemos permitirnos otro fracaso en este camino de paz y reconciliación».

 

 

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