La alegría del Evangelio nos inspira para ser esa Iglesia en salida
En una carta firmada por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, recientemente nombrado por el papa Francisco como obispo de Soacha, manifestó su alegría por ser el nuevo pastor de esta Diócesis. Así mismo, esta convencido de la necesidad de construir colectiva y fraternalmente el proyecto que el Señor les inspire, conscientes de hacerlo con fe, humildad y entusiasmo.
Saludo completo
Apreciados sacerdotes, seminaristas, comunidades religiosas y laicos de la diócesis de Soacha, reciban mi cordial y fraterno saludo.
Con gran alegría he recibido el nombramiento como obispo de la diócesis de Soacha. Agradezco al Papa Francisco esta nueva misión que me encomienda al servicio de la Iglesia. Con la confianza puesta en el Señor, acepto este compromiso de caminar junto a ustedes, dando testimonio y anunciando el Reino de Dios. La alegría del Evangelio nos inspira para ser esa Iglesia en salida que hace de la periferia el centro, y quiere vivir la participación, la comunión y la misión.
El Padre bondadoso nos asegura su misericordia y nos llama nuevamente a ser expresión viva de su amor por los hombres y las mujeres de nuestro territorio diocesano. Pidamos al Espíritu de Cristo Resucitado, la fortaleza y la audacia necesarias para anunciar que Jesús ha venido para que tengamos vida en abundancia. La dinámica de la cruz y la resurrección, que nos acompañan en nuestra vida personal y como comunidad eclesial, nos da la certeza de continuar con fe el camino valioso ya recorrido, abriéndonos al mismo tiempo al horizonte de un futuro esperanzador.
Ruego a la Madre de Dios, Reina de la Pascua, que nos sostenga con su intercesión y cariño maternal en los retos de celebrar la fe, crecer en torno a comunidades evangelizadas y evangelizadoras, y construir una sociedad fraterna que comparte los bienes y lucha contra todas las formas de injusticia.
Me dispongo a amar a la diócesis de Soacha con la misma intensidad con la que he amado a la diócesis de Quibdó. Sé que hay diferencias y similitudes, pero, sobre todo, estoy convencido de la necesidad de construir colectiva y fraternalmente el proyecto que el Señor nos inspire, conscientes de que lo debemos hacer con fe, humildad y entusiasmo.
Agradezco de manera especial a Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Administrador Apostólico de Soacha, por su cuidado y atención pastoral a los sacerdotes y a las comunidades parroquiales de nuestra Iglesia particular.
Me encomiendo a sus oraciones e imploro para todos y todas ustedes, la bendición del Señor.
Con mi aprecio, + Juan Carlos Barreto Barreto Obispo electo de Soacha y Administrador Apostólico de Quibdó
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