Iglesia y comunidad del sur de Bolívar claman atención y acciones que frenen la violencia 

Ante el recrudecimiento de la violencia en la región, que ha generado el desplazamiento masivo de familias, la Diócesis de Magangué, a través de un comunicado, hace “un llamado urgente al Gobierno Nacional y a todos los entes gubernamentales del Estado: Primero a pensar en este territorio, puesto que centenares de familias desplazadas, siguen clamando por una ayuda humanitaria que sea más eficaz y constante. Y segundo, a buscar una solución a este conflicto que permita que las familias desplazadas, puedan volver a su territorio con seguridad y en paz, donde se le respete el derecho a la vida y al trabajo digno, donde puedan continuar con una vida normal y sin miedos”.

En el pronunciamiento, firmado por monseñor Ariel Lascarro Tapia, obispo en esta jurisdicción eclesiástica, se advierte que “los enfrentamientos entre los grupos armados presentes en la zona, por la búsqueda del poder y el dominio de este territorio”, han causado muchas muertes y generado angustia en la comunidad, cuyo sustento se basa en la agricultura, minería artesanal y en labores en pequeñas empresa y cooperativas, “que nada tienen que ver con esta guerra”.

Finalmente, retomando las palabras del papa Francisco en Cartagena, durante su visita al país en el 2017: “Sólo si ayudamos a desatar los nudos de la violencia, desenredaremos la compleja madeja de los desencuentros… se nos pide ser caritativamente firmes en aquello que no es negociable; en definitiva, la exigencia es construir la paz…”, se ratifica que la “Iglesia católica seguirá acompañando a las comunidades afectadas por la violencia, alentándolas a no abandonar sus territorios y a perseverar en la reivindicación de los derechos que les reconoce la Constitución Nacional”.