Iglesia pide a los colombianos mostrar signos de paz. La violencia hace daño a todos, afirma
En su mensaje al pueblo de Dios, fruto del discernimiento durante la 115 Asamblea Plenaria del Episcopado de este país, adelantada esta semana, los prelados señalaron que no se resignan a la violencia y presentan el camino que “los colombianos estamos invitados a recorrer”.
Tras reafirmar su opción de “ser en Colombia, Iglesia misericordiosa…que sabe contemplar, conmoverse, detenerse y ayudar al otro, cuantas veces sea necesario”; que sale al encuentro de quien sufre para acompañar a todo tipo de víctimas, que promueve y defiende la vida, la dignidad humana y el cuidado de la Casa Común, presentaron tres pilares en el camino hacia la transformación de la sociedad y la superación de los dolores, las violencias y la injusticia que azotan la nación:
1. “Apártense del mal”. No se puede alcanzar la paz si no existe conciencia de la injusticia social y de las estructuras de pecado que terminan provocando la guerra y la violencia.
Muchas actitudes se llegan a considerar como “normales” e “inevitables” y la sociedad se acostumbra al mal, no ve la necesidad de denunciarlo y de apartarse de este camino.
Estamos llamados a renunciar a todo lo que destruye la vida, la familia, la sociedad y el planeta que habitamos.
2. “Hagan el bien”. Esta es una regla de oro para toda sociedad.
El reto de ser hombres y mujeres de bien requiere un cambio de mentalidad y una renovación interior.
Para lograrlo, es necesario caminar en la verdad y la justicia, cultivar la capacidad de escucha y de diálogo, superar la indiferencia y la intolerancia, y afrontar con responsabilidad y esperanza la crisis humana, social, política, económica, cultural y ambiental.
3. “Busquen la paz y corran tras ella”. La búsqueda de la paz es un trabajo que requiere toda nuestra atención, propósito y perseverancia; es un don de Dios y una tarea humana.
Nuestro compromiso con ella nace del Evangelio, se alimenta en la oración y se manifiesta en la acción acogedora y misericordiosa.
Recordando que la búsqueda de la paz es tarea y compromiso de todos, animaron a “ser testigos de la esperanza en medio de una realidad adversa”, a respetar y promover la institucionalidad, evitar la polarización, el odio, la división, todo tipo de maltrato y engaño.
“Empleando las buenas maneras en la controversia, hagamos realidad el sueño de una Colombia en paz, reconciliada y reconciliadora”, precisaron.
Finalmente, pidieron intensificar la oración por la patria y trabajar incansablemente por el bien común.
“Pedimos y exigimos como colombianos la liberación de la sargento Karina Ramírez, junto con sus hijos”
En desarrollo de la Rueda de Prensa en la que se presentó el mensaje, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, insistió en el llamado de la Iglesia a la liberación de la sargento segundo Ghislaine Karina Ramírez y de sus hijos menores de edad, de seis y ocho años, uno de ellos con una condición especial de autismo, quienes fueron secuestrados cuando se movilizaban en un vehículo por el departamento de Arauca, el 3 de julio.
“Que no se repitan estos signos -hechos- dolorosos, que en nuestra historia han dejado una herida muy grande…”.
Lea aquí mensaje de los obispos colombianos, titulado "Apártense del mal y hagan el bien, busquen la paz y corran tras ella" (1 Pedro 3,11)
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A continuación, vea Rueda de Prensa, desde la Conferencia Episcopal de Colombia:
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