Así será el “papamóvil" en el que se moverá Francisco en Colombia

Cuando el papa Francisco toque suelo colombiano, el miércoles 6 de septiembre, un Chevrolet Sonic hatchback lo estará esperando. Podríamos estar hablando de una…
Pero, lejos de la opulencia, uno de los dictámenes del máximo jerarca es la sobriedad y por eso, por petición suya, tendrá a su disposición para los recorridos no públicos uno de los modelos de entrada de la marca líder en el país, mientras que tres camionetas Traverse, en proceso de adaptación en la planta de Colmotores y que serán presentadas oficialmente en el mes de agosto, le servirán de “papamóviles” para desplazarse por Bogotá, Medellín, Cartagena y Villavicencio.
El anuncio no sorprende, pues desde que el pontífice argentino asumió su mandato, se ha alejado del lujo en cuanto a su medio de transporte, ha sido austero y ha escogido modelos de menor cuantía.
Se le ha visto al mando de un Renault 4 e incluso, en su gira por Estados Unidos, en donde pudo haber tenido a disposición el modelo que se le antojara, optó por un pequeño Fiat 500 L. También se dejó tentar por un auto ecológico, el Leaf, automóvil Nissan 100 % eléctrico, que le fue obsequiado por la marca japonesa. Antes se había negado a recibir un modelo Tesla S, también con esta misma tecnología, porque lo consideraba muy ostentoso.
Francisco es el tercer papa que visita Colombia. El primero de ellos fue Pablo VI, quien en su periplo en el mes de agosto de 1968 fue transportado en un Lincoln Continental e incluso se le vio en un Jeep, mientras que Juan Pablo II lo hizo en julio de 1986 utilizando tres Land Rover Santana que fueron modificados por el Ejército Nacional.
El papamóvil se volvió una tradición y muchas marcas se pelean el honor de transportar a los hombres que tienen la responsabilidad de dirigir la Iglesia católica. Si bien el primero en tener a su disposición un vehículo fue Pío X (un Mercedes-Benz), el papamóvil como tal se oficializó en el mandato de Pío XI, en 1979, en su visita a Irlanda Norte, con un Ford Serie D, con la intención de acercar al papa a la gente, algo que se ha mantenido hasta el momento.
Y si de carros históricos se trata, por lo sucedido, no se puede dejar a un lado el Fiat Campagnola de Juan Pablo II que lo transportaba cuando fue atacado el 13 de mayo de 1981 por Ali Agca, a quien años más tarde terminó por perdonar.
Así las cosas, cuando pasen los años y quizás cuando se registre una nueva visita de un papa a Colombia, se recordará que Francisco I, el papa suramericano que se atrevió a cambiar muchos de los modelos establecidos en el Vaticano y que para muchos es un revolucionario de la Iglesia católica, se transportó en tres camionetas Traverse adaptadas por un equipo de 50 ingenieros en la planta de GM-Colmotores del sur de Bogotá y a las que se les hicieron modificaciones técnicas, como techos y cabinas nuevas, la incorporación de un cubículo de vidrio templado sin ventanas laterales para que el papa pueda tener contacto con la gente, como es su deseo, y un trabajo especial en la suspensión, las llantas y la silletería.
Al final, los carros terminarán en manos de la Iglesia y de las Diócesis de las ciudades de la visita y como fieles recuerdos de la visita del papa, pero lo que verdaderamente importa son sus mensajes y lo que el sumo pontífice pueda aportar para una Colombia mejor.
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