El Catolicismo celebra 166 años de vida periodística
El Catolicismo es el Decano de la prensa en Colombia; nació el 1849 bajo el gobierno pastoral de monseñor Manuel José Mosquera y Arboleda, arzobispo de esta ciudad.
Fundador
El año de 1849 marca una época en la historia del periodismo escrito en Colombia.
Es el año del nacimiento de un periódico, que en su momento fue la tribuna de una iglesia perseguida por las normas del gobierno presidido por José Hilario López Valdés, elegido el 7 de marzo, con el apoyo de los artesanos y sus Sociedades Democráticas y aprovechando la división de los conservadores, partido fundado ese mismo año.
El gobierno de López decretó la separación de la Iglesia y el Estado, la libertad de prensa y la federalización.
En un ambiente hostil, el Arzobispo de Bogotá, Manuel José Mosquera y Arboleda (Popayán, 11 de abril de 1800 - Marsella, Francia, 10 de diciembre de 1853) funda el periódico El Catolicismo como un ‘periódico relijioso, filosófico y literario’.
De la vida del Arzobispo Mosquera hay muchas cosas que resaltar. La fundación del seminario de Popayán, en búsqueda de un clero, culto, preparado y virtuoso; La rectoría de la Universidad del Cauca en donde fue profesor de diversas cátedras de derecho. Su nombramiento como Arzobispo de Bogotá, en donde se distinguió por su caridad y dedicación a los más pobres, sin descuidar el participar en obras que aseguraran el progreso y la reorganización del seminario mayor.
Cuando las autoridades civiles decretaron que los curas párrocos fueran nombrados por votación en el Cabildo Municipal, se suprimiera el fuero eclesiástico (1851), se expulsara a la Compañía de Jesús; se pusiera fin al Patronato eclesiástico y decretara la separación de la Iglesia y el Estado se declaró en rebeldía y fue expulsado del país por orden del Congreso (20 de junio de 1852).
Murió en el exilio, camino de Roma para acudir a una audiencia con el Papa Pío IX.
Historia del Periódico siglo XIX
¿Qué lleva al Arzobispo Mosquera y Arboleda, en el décimo quinto año de su gobierno, a editar el entonces mejor escrito y más importante órgano de opinión de su tiempo?
Se puede decir sin temor a equivocarse que Don José Manuel había leído y comprendido todo lo que hasta entonces se había escrito en materia teológica, patrística, doctrinal, literaria, etc. y sabía que el edificar una tribuna de opinión, en tan convulsionado momento, era una obra de capital importancia, había que participar e iluminar el debate en el que se construía la patria y hacerlo con altura intelectual e inmensa calidad literaria.
El domingo 1º de noviembre de 1849 se reunieron en el Palacio Arzobispal, convocados por el Arzobispo, los señores José Chávez, Marcelino de Castro, Antonio María Herrán, José Ignacio de Márquez, Rufino Cuervo, Alejandro Osorio, José María Sáiz, Juan A. Marroquín, Ignacio Gutiérrez y José María Groot, quienes serían colaboradores habituales del nuevo periódico.
La primera época de El Catolicismo alcanzó a tener 90 ediciones, se cerró temporalmente el 8 de junio de 1853, casi un año después del destierro del fundador y ya bajo la dirección del Doctor Antonio Herrán y reanudándose casi de manera inmediata el 18 de junio del mismo año (segunda época), pero como semanario.
La política nacional atravesaba un momento muy difícil; había sido elegido presidente don José María Obando (1º de abril de 1853), sin embargo su elección generó fuerte descontento entre la sociedad y se presentaron grandes disturbios, al punto que se dio un golpe de estado dirigido por el general José María Melo (17 de abril de 1854) quien de inmediato derogó la constitución del 53. La Iglesia se vio de nuevo atropellada por el despotismo y los ataques a la religión y sus ministros. El Catolicismo es suspendido el 25 de abril, pues consideró un “deber suspender su curso al faltar el orden legal con el motín del 17 de abril” (7 de enero de 1855, página 405).
A los ocho meses de haber sido suspendido y al haberse consolidado nuevamente la legitimidad, el periódico reanuda sus ediciones semanales el 7 de enero de 1855, las cuales continuaron ininterrumpidamente hasta la edición 402 del 20 de diciembre de 1859, en el séptimo año de labores.
La tercera época es efímera, va del 3 de enero de 1860 al 4 de abril de 1861.
Si bien desde su fundación la elaboración periodística estuvo a cargo de prestantes laicos, la nueva etapa se caracteriza porque la orientación y la redacción están a cargo de sacerdotes. Las publicaciones de esta tercera época incluyen fragmentos de El Tiempo, periódico liberal, escritos en su mayoría contra la Iglesia. Aparecen también nuevas secciones como ‘Lecturas del hogar’ y novelas por ‘entregas’. La columna ‘parte oficial’ continuó como centro de la información oficial del periódico. Apareció la publicidad en un anexo bajo el título de ‘Avisos’. El director, Antonio José de Sucre, presbítero, (homónimo del mariscal de Ayacucho) se involucra en disputas político-partidistas con el presidente Tomás Cipriano de Mosquera, lo cual fue desastroso para el periódico y lo llevó al cierre durante el resto del siglo XIX.
Historia del Periódico siglo XX
Fue hasta 1918, cuando dos jóvenes sacerdotes, Emilio de Brigard Ortiz, quien fuera Obispo auxiliar de Bogotá y Luis Concha Córdoba, segundo cardenal de Colombia, pugnaron por la reaparición del periódico Arquidiocesano durante el gobierno de don Marco Fidel Suárez. El 9 de noviembre aparece la primera edición de la Cuarta Época, con el título de ‘Aprobación Arzobispal’.
El editorial de Monseñor Luis Concha dice “Desearíamos que nuestra modesta hoja llevara luz a los que ignoran la religión, fortaleciera a los que dudan, iluminara a los que yerran, consolase a los afligidos, imprimiese fortaleza a los débiles… No solo expondremos las verdades religiosas sino que ensayaremos, cuando sea preciso, su defensa”.
Esta etapa se caracteriza por su frecuencia, que fue bisemanaria: circulando miércoles y sábados. Tenía noticias locales, nacionales y mundiales, con artículos especiales sobre la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, el 8 de junio de 1920, al parecer problemas económicos, llevan al primer cierre del siglo pasado.
Monseñor Luis Concha, de nuevo, emprende la publicación del periódico el 16 de agosto de 1924, con el fin de seguir siendo el vocero de la Iglesia, “El Catolicismo no tiene carácter político, pero no dejará de hablar cuando los asuntos políticos interesen a la Iglesia”.
Como un aporte a la espiritualidad inicia los comentarios al evangelio del domingo y mantiene unas columnas sobre los santos del día, de la semana o del mes.
Se suspendió abruptamente para evitar conflicto con la recién fundada Sociedad Editorial, que prendía una publicación con el mismo nombre.
Para la Sexta época, agosto 18 de 1942 – septiembre 8 de 1966, como el Ave Fénix y por la terquedad de algunos presbíteros empeñados en la necesidad de una voz eclesial en los momentos políticos más difíciles de nuestra historia, El Catolicismo resurge de la mano de Monseñor Luis Concha Córdoba y el padre José Manuel Marroquín. Enfrenta los difíciles momentos de la reforma concordataria propuesta por el partido liberal, la grave situación, para la sociedad en general y la Iglesia en particular, por los hechos sangrientos del 9 de abril del 48.
Siendo director, el entonces presbítero, Mario Revollo Bravo, se celebró el primer centenario del periódico.
Bajo la dirección del presbítero Hernán Jiménez Arango, El Catolicismo tuvo una larga existencia, que vino a terminar por varias y diferentes causas. Aunque el periódico llegó a tener circulación nacional y talleres propios, empezó un declive económico grave; de otra parte se consideró que fue la época más polémica del periódico debido a la posición editorial frente al Concilio Vaticano II. El Cardenal Luis Concha Córdoba decidió su cierre temporal.
Séptima Época, noviembre 20 de 1966 – julio 29 de 1970
El Cardenal decide entregar la dirección a un reconocido periodista, Humberto Arbeláez Ramos quien durante dos años mantiene vivo al periódico. Sin embargo fue cerrado por un fuerte enfrentamiento con otros medios de comunicación por el presunto apoyo a la reanudación de las relaciones con la Unión Soviética.
Octava Época (1971-1991)
Directores: Mario Revollo Bravo y Hernán Jiménez Arango. Durante estos 20 años se consolidó económicamente, tuvo circulación nacional y talleres propios; trató temas polémicos, tanto nacionales como internacionales, páginas de noticias alimentadas por las principales agencias noticiosas. Sin embargo un revés económico que lo lleva a la quiebra hace necesario su cierre.
Novena Época (1992 – 2000)
Bajo la dirección de los presbíteros Hernán Jiménez Arango (primero) y Roberto Ramírez Castro (después), circuló por ocho años ininterrumpidos hasta que el Señor Cardenal Pedro Rubiano lo cerró temporalmente para darle una nueva administración, tipo de impresión y circulación, labor que le encomendó a padre Enrique Castillo Corrales con quien inicia la décima y actual etapa, que empezó el día 11 de septiembre de 2001, como inserto del periódico El Tiempo, con una circulación de más de ciento diez mil ejemplares y el inicio como periódico virtual. Al padre Castillo le sucedió el padre Francisco Niño Súa, Canciller del Arzobispado y en enero de 2008 le sucede como director el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Fernando Sabogal Viana, quien por su tesón y fortaleza hizo lo posible mantener vivo el legado de don José Manuel Mosquera y Arboleda, el visionario de los medios de comunicación de la Iglesia arquidiocesana de Bogotá.
Hoy, febrero 9 de 2016, en el día del periodista, y como parte de la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, dirigida por el padre Efraín Mejía Gallego, sigue su camino evangelizador y formador en el formato virtual.
Mensaje de monseñor Alirio López para ver EL CATOLICISMO.COM.CO
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