Dios nos pone donde debemos estar

Estará presente, junto a otros 4 sacerdotes también recientemente incardinados, en la ceremonia de los jubileos sacerdotales el próximo 27 de septiembre en el Seminario Conciliar de Bogotá.  

El padre Wilsson Javier fue ordenado presbítero hace 9 años, el 10 de octubre de 2009, en Acevedo, Huila, lugar de su nacimiento, por monseñor Rigoberto Corredor para el servicio de los Ministros de los Enfermos-Padres Camilos. Proviene de una familia católica practicante y tiene 6 hermanos, él fue el único con vocación sacerdotal. Estudió Filosofía en la Fundación Universitaria San Alfonso en Bogotá y Teología en la Universidad San Buenaventura.

Mi parroquia una bendición

El padre Ávila recibió la parroquia La Resurrección, hace ya casi tres años, con una comunidad activa, comprometida y participativa, especialmente los jóvenes, que ayudan en diferentes actividades y se forman en un camino de fe. 

El padre Wilsson celebra la Eucaristía en el templo y en cuatro capillas ubicadas en los seis barrios que forman este territorio parroquial, que tiene una población cercana a los 8.000 habitantes.

El padre Ávila, además ha sido capellán en la Fundación Hospital San Carlos, desde el 2016 hasta la fecha. También es arcipreste para la vida consagrada de la Vicaría Episcopal Territorial San Pablo, entre otros cargos desempeñados. 

El padre Wilsson tiene 35 años y le encanta el fútbol, el cual practica cada ocho días con otros hermanos sacerdotes y participará en el campeonato de fútbol que organiza la Conferencia Episcopal de Colombia cada año, en el mes de octubre, donde competirán cerca de 600 presbíteros de las diferentes diócesis del país.

A continuación, entrevista con el padre Wilsson Javier Ávila Espejo, quien se siente feliz prestando su servicio pastoral dentro de la arquidiócesis de Bogotá y quien no duda que definitivamente: ¡Dios lo puso donde debe estar!