Con el corazón en María: comunidad de San Wenceslao vivió la fiesta de la Virgen del Carmen

En un ambiente de fervor mariano, la parroquia San Wenceslao al norte de Bogotá, celebró con gozo la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de los conductores y modelo de fe para la Iglesia. La Eucaristía fue presidida por monseñor Rafael De Brigard, vicario episcopal de la Vicaría del Padre Misericordioso, y concelebrada por algunos párrocos del sector. 

A la celebración asistieron más de 200 fieles, quienes colmaron el templo con cantos, oraciones y gratitud a la Madre del cielo. Al finalizar la Misa, se entregaron rosarios como signo de oración constante y se realizó la tradicional bendición de vehículos en el exterior del templo, confiando a la Virgen del Carmen la protección de los conductores y sus familias.

María, modelo de fe y escucha

Durante su homilía, monseñor De Brigard recordó la pregunta esencial que todo cristiano debe hacerse: “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?” Y respondió con el ejemplo de María, quien vivió plenamente el mandamiento del amor a Dios y al prójimo.

“La Virgen María fue dichosa porque creyó, porque escuchó la palabra de Dios y dijo: ‘Hágase en mí según tu palabra’. Ella supo amar, servir y acompañar”, expresó el obispo.

Asimismo, resaltó cómo la Virgen es modelo de escucha activa y acción comprometida, no solo como madre de Jesús, sino como intercesora constante y presencia firme al pie de la cruz.

Un llamado a vivir como hijos de Dios

Monseñor De Brigard invitó a los asistentes a imitar a la Virgen María en su fe, obediencia y fortaleza, y a no quedarse solo en palabras, sino en obras concretas que reflejen la vida cristiana.

“Que se vea que vivimos como hijos de Dios. Que quien nos vea pueda decir: ese hombre, esa mujer, tienen el corazón puesto en Dios”, dijo.

La comunidad respondió con entusiasmo, renovando su compromiso de fe y devoción mariana, bajo la protección maternal de la Virgen del Carmen.