Llegaste, Reina nuestra, ¡Bienvenida!
La imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá llegó a Bogotá para su encuentro con el papa Francisco, sean todos los fieles bienvenidos a la Eucaristía de…
Con la gente emocionada hasta las lágrimas, haciendo calle honor, llegó la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá para su encuentro con los fieles y con el Papa.
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es la advocación con que se venera a Nuestra Señora en Colombia, es, por decirlo de alguna manera, la advocación colombiana. Es la llamada reina de Colombia.
En 1986 fue visitada por el papa Juan Pablo II, ahora su encuentro con el papa Francisco será en Bogotá, el jueves 7 de septiembre.
Un poco de la historia del cuadro
Cuando lo españoles empezaron la evangelización de los pueblos autóctonos utilizaron cuadros e imágenes como medio didáctico, a veces la imagen hablaba más que la catequesis en las lenguas vernáculas aprendidas de afán o a medio aprender.
Antonio de Santana fue el encomendero que en Suta hizo construir una capilla para los oficios religiosos que estaban a cargo de los frailes dominicos, quienes son los grandes predicadores y divulgadores del Rosario.
Mandaron pintar un lienzo al español Alonso de Narváez, que vivía en la ciudad de Tunja, estuvieron de acuerdo en poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, san Antonio de Padua y san Andrés por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.
“Para el año de 1562 la pintura hecha de algodón indígena que medía 125 cm de ancho por 111 de alto ya estaba en la capilla y allí permaneció por más de una década hasta aproximadamente el año 1574. Por entonces, la capilla, que tenía techo de paja se deteriora por consecuencia de la humedad, al punto que la imagen quedó prácticamente borrada. La imagen estaba en tan mal estado que fue llevada dentro de la misma región a la población de Chiquinquirá, allí fue abandonada en una habitación que muy raras veces fue usada como capilla u oratorio. Se dice que incluso el lienzo sirvió para secar granos al sol.
La crónica histórica (elaborada al año siguiente de los acontecimientos) señalan que en el año 1586 María Ramos, una mujer del lugar, sabiendo que el lienzo había guardado la imagen de la Virgen María, decide reparar el viejo oratorio y el lienzo maltratado, otorgándole el mejor lugar de la capilla. Diariamente oraba y pedía a la Virgen del Rosario que se manifestara, hasta que el 26 de diciembre de 1586 cuando María salía del oratorio, una mujer indígena llamada Isabel junto a su pequeño hijo al pasar por el lugar le gritaron a María: "mire, mire Señora...", al dirigir su mirada a la pintura ésta brillaba con resplandores y la imagen, que estaba irreconocible, se había restaurado con sus colores y brillo originales; los agujeros y rasguños de la tela desaparecieron. Desde entonces empezó la devoción a la advocación conocida como "Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá" (Wikipedia).
El Catolicismo habló con fray Said León, prior provincial de la Orden de Predicadores para Colombia y con el equipo de la empresa que transportó la imagen:
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