Un reconocido exorcista, considerado el heredero espiritual del P. Gabriele Amorth, compartió recientemente importantes criterios que un católico debe tener en cuenta ante el reciente estreno de la película “El exorcista del Papa”, protagonizada por Russel Crowe. “El hecho objetivo, detrás de fenomenologías que pueden parecer producto de la invención cinematográfica, es el sufrimiento físico, psíquico y espiritual que experimentan los poseídos”, señala en diálogo con ACI Prensa el P. Paolo Carlin.
El sacerdote, miembro de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), reconocida oficialmente el 13 de junio de 2014 por la Santa Sede, es además quien firma el prólogo del libro Exorcistas contra Satanás (Esorcisti contro satana), del periodista Fabio Marchese Ragona, y en cuyas páginas hay una entrevista al Papa Francisco.
El P. Carlin, considerado heredero espiritual del P. Gabriele Amorth, en quien dice estar basada la película “El exorcista del Papa”, confirmó que el filme en el que actúa Russell Crowe presenta una serie de mitos y confunde sobre hechos fundamentales relativos a este ministerio.
La posesión de un exorcista es irreal
En primer lugar, el experto explica que el diablo jamás tendrá poder sobre un exorcista. Este tema es mal usado por las películas de terror, porque “la posesión de un exorcista es imposible, a menos que el exorcista desobedezca a la Iglesia o esté en pecado mortal, como todas las personas; ciertamente así se abriría las puertas al maligno”.
“Pero es imposible que esto ocurra, al igual que la posibilidad de que el demonio sea más fuerte que Dios. Esto también es incorrecto. Satanás lo hace parecer así. Pero él es un ángel, una criatura, no es un Dios, y nosotros estamos del lado de Dios, su Creador”, agregó.
Una falsa concepción de la oración
El también coordinador nacional de los exorcistas italianos denuncia asimismo “un uso falso de la oración” en la cinematografía.
“La oración lucha contra los dardos de fuego del diablo. La oración, sin embargo, si no tiene fe detrás, corre el riesgo de ser rezada de forma mágica, pensando que esa oración es más poderosa que otra oración”, destacó.
“Pero no es así como funciona, porque, incluso un Ave María o un Padre Nuestro pronunciados con plena fe, de pedir al Señor la liberación, es suficiente para tener la liberación de una acción extraordinaria o la protección de una acción ordinaria”.
¿Cómo debe ser un exorcista?
El exorcista no trabaja para cualquier diócesis. “Se llega a este ministerio por nombramiento del obispo, según el canon 1117 del Código de Derecho Canónico, cuya actividad se realiza solo en el territorio de la diócesis”.
“El exorcista debe ser un presbítero de ciencia, de piedad, de vida, de fe probada y, por tanto, fiel a la Iglesia”, afirmó el exorcista con más de una década de experiencia directa”, agregó.
La acción más peligrosa del demonio no es la posesión
Como hace notar el P. Carlin, "el diablo siempre está presente en esta vida, porque ante Dios ya no puede actuar. Pero en este mundo está su reino. Así que él actúa de dos maneras: la tentación ordinaria, y la extraordinaria. En la extraordinaria se encuentran las vejaciones, las obsesiones, las posesiones”, todas ellas exageradas en el cine. “Pero la acción más peligrosa es la ordinaria, es decir la tentación” que sufrimos en nuestra vida diaria.
“Dios no permite que el mal prevalezca”
El P. Carlín también explicó a ACI Prensa que “la tentación no puede obligar a nadie a hacer el mal. Dios no permite que el mal prevalezca. Jesús dijo: ‘Las fuerzas del mal no prevalecerán contra mi Iglesia’”.
“El enemigo (el demonio) trata de condicionar, de confundir, de asustar, de extraviar. Intenta de alguna manera convencer al hombre para que tome decisiones y luego emprenda acciones contra Dios, contra sí mismo”, resaltó.
“La acción del maligno es siempre una tentación, un intento, nunca es una obligación, no puede hacerlo. Dios no lo permite, es una criatura angélica, poderosa como todos los ángeles, pero no es omnipotente”.
La tentación tiene un efecto en la sociedad
El exorcista indicó, además, que el diablo usa la tentación individualmente, pero también existe una tentación social.
“La acción destructiva del maligno viene entonces manifestándose en las guerras, por ejemplo. Los jefes de las naciones o los que sostienen digamos la organización comercial para el beneficio personal y no a favor del bien común sufren de una tentación. Ahí actúa el maligno”, refirió.
¿Quién fue Gabriele Amorth?
El P. Gabriele Amorth nació en Módena (Italia) el 1 de mayo de 1925, y creció en una familia católica y devota.
En una carta enviada al periodista Paolo Rodari, y recogida en el libro “El Padre Amorth continúa: La biografía oficial”, confesó que de niño iba a Misa con sus padres; sin embargo, se quedaba dormido debajo de los bancos de la iglesia.
Durante su infancia, sus padres le enseñaron la importancia del sacramento de la Confesión, al cual recurría una vez por semana.
En 1937, y con tan solo 12 años de edad, descubrió su vocación al sacerdocio gracias a su activa participación en la Acción Católica parroquial y en la Asociación San Vicenzo, que le permitió obtener un viaje a Roma en 1936.
Mientras tanto, estudió en la escuela secundaria de letras Muratori, en Módena, destacando en deportes como la esgrima y el ciclismo.
En 1942 viajó a Roma para encontrarse con la orden pasionista a la cual deseaba ingresar porque se sentía inclinado a la vida comunitaria en alguna orden religiosa.
Sin embargo, los pasionistas no le tenían un cuarto reservado, por lo que fue alojado en una casa de la Sociedad de San Pablo, Congregación en la que finalmente recibiría el Orden sacerdotal.
Tras su ordenación sacerdotal en 1954, trabajó en la Oficina de Asistencia Espiritual del Vicariato de Roma y como capellán en la cárcel de Regina Coeli.
Además, tuvo a su cargo la formación de los jóvenes aspirantes y religiosos de la Sociedad de San Pablo.
En 1986 fue nombrado exorcista jefe de la Diócesis de Roma por el Cardenal Ugo Poletti.
El P. Amorth falleció el 16 de septiembre de 2016 en Roma a los 91 años. En la última entrevista que concedió a los medios, el P. Amorth dejó como testamento espiritual la frase: “Con Cristo o con Satanás”.
“¡Estén con Jesús!, y recuerden que no es de otro modo: cuando uno no está con Jesús, se está con Satanás”, aseguró el exorcista italiano a TV2000.
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