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Historias de la catedral bogotana

3 de agosto de 2020
Cara posterior de la cátedra
Imagen:
OAC
La Catedral, uno de los mejores lugares para enterarse y disfrutar de la historia de la ciudad, conozcamos algo de los arzobispos de los tres últimos siglos y sus escudos

Aproximadamente desde el siglo XII, según dicen las crónicas, los prelados empezaron a usar un escudo que les identificara, en su origen, su presente, su diócesis y, a través de la divisa o lema, su personal identificación con las Escrituras o su acento pastoral.

Bogotá, que cumplirá 482 años de fundada el próximo 6 de agosto, ha tenido ya 41 arzobispos; de casi todos ellos se conserva una buena iconografía, es decir sus imágenes, pinturas que se han ido acumulando en las paredes de la sacristía mayor de la Catedral. También se conservan algunos de sus escudos, que identificaron sus documentos, algunos sellados con réplicas de ellos o versiones más ligeras.

El actual edificio de la catedral de Bogotá tiene apenas unos doscientos años, pues el “Grito de Independencia” originado en la Casa del Florero, su vecina, sucedió mientras se estaba construyendo. El solar sí ha sido el mismo, al parecer, desde las famosas 12 chozas de Jiménez de Quesada.

En ese momento no había arzobispo, pues el dominico Fernando del Portillo y Torres, murió en enero de 1804 quedando la sede vacante. Su sucesor, Juan Bautista Sacristán y Galiano, no pudo llegar a Santafé por las luchas de independencia y reconquista, sólo a mediados de 1816, tras la victoria de Pablo Morillo, Sacristán pudo entrar a Bogotá falleciendo en febrero de 1817, a menos de un año de su posesión.

Así pues, la historia de este templo inicia con su consagración, presidida por el entonces arzobispo don Fernando Caycedo y Flórez.

Desde entonces, y fieles a una larga tradición, los escudos de sus arzobispos adornan la Catedral.

Guiado por su párroco actual, el padre Jorge Gonzalo Marín García, El Catolicismo recorrió el presbiterio, ahora engalanado con los escudos de los tres pontífices que han visitado la Catedral, los más recientes arzobispos, el del Capítulo Metropolitano y, cómo iba a faltar, el del ya histórico Deán, monseñor Juan Miguel Huertas Escallón.

El recorrido empezó rodeando el altar mayor, ubicándonos detrás de la Cátedra, esa hermosa y enorme silla que preside este espacio. Allí (imagen 1) se encuentran los escudos de la Arquidiócesis al centro, a la izquierda el del arzobispo Ismael Perdomo Borrero (1928-1950), ya camino a los altares; a la derecha el de monseñor Bernardo Herrera Restrepo (1891-1928).

Caminando hacia la derecha, frente a la capilla de San Juan Nepomuceno encontramos el escudo de monseñor Juan Miguel Huertas, recientemente fallecido, quien dedicó gran parte de su vida y ministerio al cuidado del patrimonio arquidiocesano y, por supuesto a la Catedral Primada de Bogotá (imagen 2).

Sobre ese mismo barandal se encuentra el escudo de monseñor Fernando Caycedo y Flórez (1827 – 1832) a quien siendo penitenciario de la iglesia metropolitana (1807) se le encargó la reconstrucción de la catedral. Luego empezaron sus penas, pues siendo fiel a la causa de la Independencia fue puesto preso y el Pacificador Pablo Morillo (1816) le confiscó sus bienes y lo remitió preso a España, en compañía de otros cuarenta y seis prelados. Llegó libre a Bogotá en 1821 e inmediatamente reanudó los trabajos en la catedral, que fueron culminados con éxito en 1823, lo que le valió ser nombrado provisor y gobernador del arzobispado. Al año siguiente (1824) se desempeñó como senador de la República a raíz de la muerte de Antonio Nariño. Le correspondió ser consagrado como arzobispo de Bogotá en1828, dedicándose exclusivamente a la labor pastoral hasta su muerte (imagen 3).

Finalizando este costado y antes de doblar hacia el sur, se encuentra el escudo de señor cardenal Mario Revollo Bravo (1984 – 1994). Su eminencia Revollo fue quien encargó la restauración de la Catedral, literalmente de techo a piso, pues fue necesario cambiar el tejado. Fueron trabajadores de la arcilla los que, con técnicas antiguas y artesanales, recuperaron la techumbre; de igual forma encargó a monseñor Huertas del cuidado del patrimonio de la Arquidiócesis (imagen 4).

Este es el primer tramo del recorrido: personajes, historias, lugares. Primera entrega para ir conociendo el lugar.

Esccudos

Veamos el siguiente video para saber más:

Capilla Santa Isabel de Hungría
Fuente:
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones
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