El fin del exilio, el comienzo de la esperanza
La tradición dice que el 17 de octubre finalizó el exilio del pueblo judío en Babilonia; es muy difícil dar una fecha exacta a tan lejano acontecimiento, pero éste fue…
Las principales fuentes acerca de lo sucedido son el Segundo Libro de Crónicas y el Segundo Libro de Reyes, finalizando ambos con el Exilio. Esdras comienza con el Exilio y narra lo sucedido luego de éste, con Nehemías, y los profetas Jeremías y Ezequiel quienes lo experimentan el uno en Jerusalén y el otro en Babilonia, y las Lamentaciones que dan testimonio de la catástrofe acontecida, en tanto que Ageo y Zacarías viven el regreso, del que los Salmos hacen explícitamente referencia. El Exilio es por consiguiente de gran importancia en el texto bíblico.
El Primer Templo de Jerusalén incendiado por Nabucodonosor en el siglo VI a.C.
“En aquel tiempo los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén; y la ciudad fue sitiada.... Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén: a todos los magistrados, a todos los guerreros valientes (un total de diez mil cautivos), y a todos los herreros y artesanos. No quedó nadie, excepto la gente más pobre del pueblo de la tierra... El rey de Babilonia proclamó rey en lugar de Joaquín a su tío Matanías, y cambió su nombre por el de Sedequías” (2 Reyes 24:10-17).
Se suele pensar que el exilio afectó a todo el pueblo de Israel, pero se sabe que sólo fueron deportados los miembros de las clases altas. Algunos de ellos posteriormente fueron prósperos comerciantes y ciudadanos prestantes en Babilonia.
Imagen: Metropolitan Opera
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