Dios a través de los sentidos
La película invita especialmente a la contemplación del color. Así los contrastes cuando tiñen las telas o los campos en flor. Mohammad no ve la naturaleza pero la…
Mohammad es un niño ciego de ocho años que estudia en un colegio especial de Teherán. Inteligente e hipersensible, ha desarrollado extraordinariamente los demás sentidos y sufre con la rudeza de su padre, un carbonero viudo que ve a su hijo como una maldición de Dios. Esta frialdad marca las vacaciones de Mohammad en su pueblo natal, una preciosa aldea perdida en las tierras altas del norte de Irán. Allí, el chaval intenta ganarse a su padre -que está obsesionado con volver a casarse-, mientras disfruta de los parajes naturales y del cariño de sus dos hermanas y de su abuela, una mujer trabajadora, vitalista y religiosa.
El icono en esta película son las manos, en esta película las manos muestran las actitudes de las personas, hay manos abiertas como las de la abuela y manos cerradas como las del padre, hay manos que trabajan y que enseñan creando como las del maestro carpintero. Pero también hay manos que se cansan y están manchadas como el padre pintando la casa. Hay manos que ven aunque no vean y manos que no ven aunque vean. Hay manos blancas aunque sean negras y también aparecen las manos que dan regalos o que rezan. Siguiendo las manos se encontrará con el verdadero ser de cada personaje.
Majid Majidi director de la película el color del paraíso nació en Teherán en 1959, es director, productor y guionista de cine iraní.
Sus primeros pasos fueron en el teatro, actuando en su adolescencia en varias obras. Después de una corta temporada en televisión saltó al cine como actor y pronto empezó a compaginar estos trabajos con la dirección de películas.
Tras dirigir cuatro cortos, dirige el largometraje Baduk, (1991), sobre la vida de los Baduk, niños que llevan mercancías ilegales a través de la frontera Pakistaní.
En 1995 hizo su película, El padre, The Father (1995), que ganó el primer premio en el 14º certamen del Festival de Fajr (Irán), y premios en San Sebastián, Sao Paulo y Turín.
En 1997 consigue de nuevo el primer premio del Festival de Fjar por Niños del cielo, Children of Heaven, que gana también el Gran Premio de las Américas del Festival de Montreal. En 1999, se convierte en la primera película iraní nominada a los Oscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera.
El color del paraíso, The Color of Paradise (1999) gana también ambos festivales, Fajr y Montreal, y triunfa en las taquillas internacionales.
Lluvia, Baran, 2004, ha ganado el Gran Premio de las Américas del Festival de Montreal y ha sido aclamada por los críticos de Estados Unidos.
Su última película El canto de los gorriones, 2008 se estrenó en el Festival Internacional de Visakhapatnam.
Películas de reflexión
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