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El arzobispo Rueda, cardenal de la Iglesia

2 de octubre de 2023

En una ceremonia que sigue siendo impresionante y llena de simbolismos, el arzobispo de la Arquidiócesis de Bogotá, Luis José Rueda Aparicio, fue creado como nuevo cardenal de la Iglesia. De esta manera, el papa Francisco reconoce en el prelado sus dotes personales y pastorales y una vez más destaca la importancia de la sede metropolitana de Bogotá en el contexto de la Iglesia en Colombia y también a nivel universal.

Muy al estilo del papa Francisco, la ceremonia de investidura de los nuevos cardenales, brilló por su sencillez a la vez que por su solemnidad. Dejó ver, una vez más, que en todos los niveles de la vida eclesial cada persona que está allí no tiene misión diferente a evangelizar y servir a Dios en las personas.

Y a los cardenales, en particular, les corresponde trabajar sin cesar por una Iglesia que camine o suene sinfónicamente, en unidad, lejana a toda ideología y con la misericordia como sello distintivo en todo momento.

La sede metropolitana de Bogotá ha sido cardenalicia desde hace ya muchos años y esto la honra sobremanera. Pero los tiempos han cambiado y hasta la figura cardenalicia ha sido llamada a asumir un modo de ser que refleje, en todo, la persona de Cristo, el servicio y la humildad. Ya nadie en la Iglesia desea que los cardenales se comporten como príncipes y mucho menos que se sientan tales. Son servidores de la Iglesia universal en una época nada fácil para los cristianos, pero donde la semilla del Evangelio tiene inmensas posibilidades de germinar pues son muchos los seres humanos sedientos de Dios y no menos los necesitados de misericordia y solidaridad eficaz.

El arzobispo Rueda Aparicio ha recibido el título cardenalicio con alegría, absoluta sencillez y naturalidad. Con toda seguridad se sentirá ahora aún más comprometido en lo que ya viene haciendo en Bogotá y lo que ya había realizado en Santander, en Córdoba y en el Cauca. Ha dedicado su vida a Dios, a la Iglesia y al servicio de las personas. Ya los obispos colombianos le habían reconocido su trayectoria al elegirlo como presidente de la Conferencia Episcopal. Es absolutamente claro que el papa Francisco ha visto en monseñor Rueda a un obispo que está en plena sintonía con él en lo que quiere de la Iglesia de Dios y de los pastores que la guían.

A su retorno a Bogotá, después de participar en el sínodo de la sinodalidad durante todo el mes de octubre, el cardenal Rueda Aparicio se encontrará de nuevo en las tareas propias de su arquidiócesis. Es una iglesia local muy viva y activa, llena de esperanza en las labores que realiza y, también, con dificultades que hay que enfrentar con serenidad en diferentes campos.

Pero cuando regrese, no solo experimentará el aprecio grande del que ya goza en esta iglesia local, sino también a nivel nacional. Se encontrará rodeado en todo sentido para continuar su misión y afrontar las dificultades que son propias del ministerio pastoral y de la vida de toda comunidad cristiana.

Finalmente, no dejemos de destacar a monseñor Rueda Aparicio como otro colombiano que se destaca en el mundo y en toda la Iglesia, y esto también contribuye a que la imagen del país sea más apreciada por personas como él que quieren en verdad servir a la humanidad.

Le auguramos un provechoso servicio desde su condición de cardenal al arzobispo Rueda Aparicio, y sepa que cuenta con todos los católicos para sus múltiples iniciativas pastorales.

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Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones

Fuente: Dirección - El Catolicismo

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