Servir a Jesús en sus sacerdotes 

Eugenio Prévost, el 17 de febrero de 1901 en París, con el apoyo del papa León XIII; para cuidar, acompañar, acoger y amar a los sacerdotes del mundo entero. 

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El padre Prévost nacido en la provincia de Quebec, Canadá, también funda la congregación religiosa de las hermanas Oblatas de Betania, de igual forma, para servir a Jesús Sacerdote en sus sacerdotes, por medio de la adoración eucarística y la acogida sacerdotal. El padre Eugenio dedicó cuarenta y seis años de su vida a estas obras, muriendo en Francia el 1 de agosto de 1946.

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La congregación tiene 4 patronos; María Reina del clero, una advocación especial del fundador. San José, guardián y protector del sacerdote y Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita del Niño Jesús; porque sus vidas fueron dedicadas a la oración y al servicio de los sacerdotes. 

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El Padre Eugenio Prévost fue un verdadero enamorado de Jesús Eucaristía y un gran servidor de los Sacerdotes

“Nuestra misión es honrar y glorificar a Jesús en sus sacerdotes; formando adoradores en espíritu y verdad y apóstoles celosos que intercedan sin cesar al pie del santísimo sacramento por la santificación de todos los sacerdotes del mundo, entregándose a ellos en todas sus necesidades, de cualquier tipo que sean”. Afirmaba el fundador.

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Espiritualidad eucarística y sacerdotal

En Colombia esta congregación está cumpliendo 70 años de presencia a través del servicio a los sacerdotes en varias casas denominadas cenáculos. Se llaman cenáculos porque se refiere al sitio donde se desarrolló la última cena que compartieron Jesucristo y sus discípulos; donde se llevó a cabo la institución de la sagrada eucaristía y el sacerdocio; pilares de esta comunidad sacerdotal.

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Un lugar para vivir la fraternidad

“Para nuestra comunidad, los cenáculos son las casas donde vivimos y compartimos la fraternidad los religiosos de la CFS y los sacerdotes que por algún motivo nos visitan. Son los espacios para acoger con caridad y servir con entrega humilde a los sacerdotes que allí llegan”. Afirma el padre Juan Gabriel Díaz Mayorga, Superior local- Cenáculo Santa Teresita del Niño Jesús-Congregación Fraternidad Sacerdotal.

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La primera casa fue fundada en París existen otras dos en Canadá.  En nuestro país, hay tres casas en Bogotá: cenáculo de “San José”, casa General, ubicada en la diagonal 59 N° 24ª – 10. Barrio San Luis –Números de contacto: 601 310 77 59 – Cel: 313 276 24 07. Correoelectrónico:casageneral@lafraternidadsacerdotal.org

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La segunda casa, cenáculo: “Jesús Sacerdote”. Dirección: Carrera 8 N° 74C – 78 . Números de contacto: 601 212 86 61 – 601 6276272.

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Y, la más reciente: Cenáculo Santa Teresita del Niño Jesús, ubicada en el barrio la Castellana, en la carrera 49A No. 93-98. Números de contacto: 6016284340 – 304 366 28 29.

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Hoguera de caridad sacerdotal

La casa o cenáculo más reciente; “Santa Teresita del Niño Jesús”, ubicada al norte de la ciudad, fue inaugurada y bendecida, con la celebración de la sagrada eucaristía, el  17 de febrero de 2024, por el cardenal y arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, acompañado de sacerdotes de la congregación, varios sacerdotes diocesanos, otros de comunidades religiosas y laicos.

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“Es una obra en favor del clero, para suplir todas las necesidades a nivel espiritual y temporal; hay un Jesús que acoge al sacerdote, hay un hermano que acompaña y una comunidad que cuida al sacerdote, también está el servicio como el hospedaje”. Enfatiza el superior local, el padre Juan Gabriel.

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Esta casa presta diferentes servicios como: Hospedaje para sacerdotes residentes, eméritos, con encargo pastoral, o para sacerdotes que tengan diferentes necesidades  especiales. También hay salones para formación permanente, fortalecimiento espiritual, comunión fraterna, bienestar y servicios integrales. 

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La casa también cuenta con dos capillas; para la celebración de la eucaristía, para la oración, adoración al santísimo sacramento. También otros espacios amplios y modernos para encuentros con sacerdotes, retiros sacerdotales, reuniones de fraternidades sacerdotales, o si se requieren las instalaciones; para pasar días de descanso, hacer ejercicio, deporte, recreación, recuperación en temas de salud, entre otros.

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Se ofrecen tres tipos de habitaciones que varían en costos por su amplitud, ubicación, muebles etc. Pero todas brindan un espacio agradable y sano para el descaso. Se prestan los servicios de alimentación y de lavandería, permanente.

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Un Jesús que los acoge, un hermano que los compaña y una comunidad que los cuida

Los espacios que se tienen para cuidar la salud son un gimnasio con variedad de máquinas para el ejercicio, una amplia cancha para practicar algún deporte, diferentes juegos de mesa y recreación. Además de un sitio especial en la terraza, con un barbi quiur.

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Hay ascensor para la llegada a los diferentes salones de estudio, formación, conferencias, reuniones, y una gama de espacios para vivir momentos tanto espirituales como de bienestar integral, solo para sacerdotes.

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“Para la pastoral sacerdotal es muy  importante el trabajo de la integridad en las dimensiones para el sacerdote. Por eso no solo brindamos ese espacio de encuentro con Jesús sino espacios para el trabajo a nivel físico y solo añoramos que la casa sea lugar tan especial, que cuando llegue el sacerdote no quiera salir de aquí. Que todo lo encuentre en las medidas necesarias que se sienta lo mejor en su dignidad, porque es el mismo Jesús el que recibimos cuando llega un sacerdote, somos al Jesús mismo al que recibimos acá". Reitera el padre Díaz Mayorga.

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¡Viva Jesús!

El padre Juan Gabriel Díaz Mayorga, Superior local- Cenáculo Santa Teresita del Niño Jesús, Congregación Fraternidad Sacerdotal, nació en el municipio de Gutiérrez, Cundinamarca, el 01 de octubre de 1989. Fue ordenado sacerdote el 01 de octubre de 2022, por monseñor Raúl Alfonso Carrillo. Desde el primero de octubre de 2023, presta el servicio de  superior local en la casa inaugurada este año, cenáculo Santa Teresita del Niño Jesús: “Estoy aprendiendo todos los días y viviendo la vida religiosa y sirviendo en lo que más se pueda, especialmente por los sacerdotes todo el trabajo para ellos valen la pena”. Concluye el padre Juan Gabriel, quien es nuestro invitado especial a continuación: