Invitado especial
Diaconado permanente en ascenso
Que prestan su servicio a la Iglesia en las diferentes jurisdicciones eclesiásticas a lo largo y ancho del territorio nacional. Un diácono permanente es un hombre civil, casado, con familia, e hijos, que reciben luego de una formación que oscila ente los 4 y 7 años, dependiendo de la diócesis o arquidiócesis donde se encuentre; el orden sagrado de un ministerio dedicado específicamente al servicio de la Iglesia.
Diáconos permanentes para el servicio de la caridad, la palabra y la liturgia
Los diáconos permanentes tienen 3 grandes funciones: La primera en el ámbito litúrgico, asistencia en el altar, distribución de la comunión, proclamación del evangelio. Ellos, pueden bendecir matrimonios, bautizar, proclamar la Palabra de Dios y predicar. En segundo lugar, todo el servicio que corresponde en la comunidad parroquial; catequesis, o formación y consejería en la pastoral familiar.
Y en tercer lugar, lo que es central y más importante dentro de sus labores, es lo que se relaciona con la dimensión caritativa y social al servicio de la iglesia.
El ministerio diaconal signo de la misión caritativa de la Iglesia
Su servicio social en todas las dimensiones de la caridad como por ejemplo: En las cárceles, con las personas privadas de la libertad, con los pobres, los más necesitados, las personas más vulnerables en las ciudades, en fundaciones, obras de beneficencia, en hospitales con el acompañamiento y consuelo al enfermo y en la pastoral funeraria y del duelo, entre otras obras.
“Cabe recordar que el Concilio Vaticano II rescató de la Iglesia este ministerio que había desaparecido por muchos siglos, pero que en los últimos 50 años se ha venido instaurando en las diferentes jurisdicciones eclesiástica del país”. Afirma el padre Manuel Vega, de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Etapas formativas diaconado permanente
Para poder ejercer este ministerio como cualquier otro dentro de la Iglesia, es básica la preparación, formación y el estudio.
Es importante garantizar las etapas formativas, periodo amplio de profundización en áreas bíblicas, litúrgicas, pastoral enmarcado en más de 3 años y 1 año o periodo de síntesis que ayude a los que han asumido este reto y compromiso, a vivir y agrupar todas las dimensiones formativas y la vida espiritual, pastoral familiar, lo que realizan en las comunidades pastorales y por supuesto a propiciar encuentros con formadores o directores de escuelas diaconales para compartir, escuchar y transmitir experiencias enriquecedoras a través de la vivencia de esta ministerio Sagrado.
A continuación el padre Manuel Hernando Vega León, sacerdote de la diócesis de Facatativá y director de Ministerios Ordenados y de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia, amplía esta información como invitado especial:
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