“Tejer una red de relaciones fraternas es tarea prioritaria de la formación permanente”
Aseguró en Papa Francisco durante su encuentro con los participantes en la Asamblea Plenaria del Dicasterio para el Clero, en la que se profundizará en tres aspectos: la formación permanente; la atención a las vocaciones; y el ministerio del diaconado, sobre cuya identidad se está reflexionando.
Tras darles la bienvenida, el Santo Padre les agradeció el trabajo que realizan cada día, “a menudo en silencio y en la clandestinidad, al servicio de los ministros ordenados y de los seminarios”.
“Muchas veces he advertido contra los peligros del clericalismo y de la mundanidad espiritual, pero soy muy consciente de que la inmensa mayoría de los sacerdotes trabajan con mucha generosidad y espíritu de fe por el bien del santo Pueblo de Dios”, afirmó.
Seguidamente, el Pontífice subrayó la importancia de que los sacerdotes vivan en una red de relaciones fraternas porque «el camino no se hace solo» y agradeció la generosidad con la que trabajan la mayoría de los sacerdotes, afrontando «desafíos pastorales y espirituales que a veces no son fáciles».
La formación permanente de los sacerdotes
El Papa recordó que “también el sacerdote es un discípulo en el seguimiento del Señor y, por tanto, su formación debe ser un camino permanente”.
Esto es especialmente necesario “si consideramos que hoy vivimos en un mundo marcado por rápidos cambios, en el que siempre surgen nuevas preguntas y complejos desafíos a los que responder”.
Por lo tanto, aseguró que “no podemos engañarnos pensando que la formación en el seminario puede bastar para sentar unas bases seguras”.
Señaló, además, que los sacerdotes están llamados a “consolidar, fortalecer y desarrollar lo que tenemos en el Seminario, en un camino que nos ayude a madurar en la dimensión humana, a crecer espiritualmente, a encontrar los lenguajes adecuados para la evangelización y a profundizar en lo que necesitamos para afrontar adecuadamente las nuevas cuestiones de nuestro tiempo”.
En esta línea, reiteró que “el camino no se hace sólo” y lamentó los sacerdotes que no cuentan con “la gracia del acompañamiento, sin ese sentido de pertenencia que es como un salvavidas en el mar, a menudo tempestuoso, de la vida personal y pastoral”.
“Tejer una sólida red de relaciones fraternas es una tarea prioritaria de la formación permanente: el obispo, los sacerdotes entre sí, las comunidades en relación con sus pastores, los religiosos y religiosas, las asociaciones, los movimientos: es indispensable que los sacerdotes se sientan en casa” explicó.
El cuidado de las vocaciones
El Papa Francisco se refirió a esta tarea como “uno de los grandes desafíos para el Pueblo de Dios”.
Advirtió que “en cada vez más zonas del mundo, las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada están en fuerte disminución, y en algunos países casi están desapareciendo”.
También resaltó que la vocación al matrimonio está en crisis, debido al sentido de compromiso y misión que requiere.
Por eso, explicó que en los últimos Mensajes para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, amplió “la mirada al conjunto de las vocaciones cristianas” y se dirigió en particular “a esa vocación fundamental que es el discipulado, como consecuencia del bautismo”.
“No podemos resignarnos a que para tantos jóvenes haya desaparecido del horizonte la hipótesis de una oferta radical de vida”, aseveró.
Los invitó por ello a “reactivar esta realidad, de un modo adecuado a nuestro tiempo, tal vez trabajando en red con las Iglesias locales e identificando buenas prácticas para hacerlas circular. Es un trabajo importante”, resaltó.
El diaconado permanente
Por último, Francisco destacó que “aún hoy se plantean a menudo preguntas sobre la identidad específica del diaconado permanente”.
“Como sabéis, el Informe de Síntesis de la Primera Sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, del pasado mes de octubre, recomendó llevar a cabo una evaluación de la aplicación del ministerio diaconal después del Concilio Vaticano II”, recordó.
También comentó que el informe “pide también que, entre las diversas tareas de los diáconos, se preste una atención más decidida a la diaconía de la caridad y al servicio de los pobres”.
Para el Papa Francisco, “acompañar estas reflexiones y desarrollos es una tarea bastante importante” del Dicasterio para el Clero, y por ello les animó a trabajar y a “desplegar todas las fuerzas necesarias”.
“Trabajad siempre para que el pueblo de Dios tenga pastores según el corazón de Cristo y crezca en la alegría del discipulado”, dijo por último el Santo Padre.
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