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El Papa Francisco advierte: “Atravesar la Puerta Santa no es un acto mágico”

23 de enero de 2025
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El Papa Francisco advirtió que, durante el Jubileo, “atravesar la Puerta Santa no es un acto mágico”, sino un símbolo cristiano. 

Durante una audiencia este jueves con los dirigentes y el personal del Inspectorado de Seguridad Pública del Vaticano, el Santo Padre destacó que durante el Año Jubilar “estamos llamados a volver la mirada a Jesucristo, nuestra esperanza, quien se hace peregrino con nosotros”.

En este sentido, invitó a los encargados de supervisar y coordinar las labores de seguridad en la Ciudad del Vaticano a participar en el Jubileo junto a sus familias.

“Atravesar la Puerta Santa no es un acto mágico, no, no lo es, es un símbolo, un símbolo cristiano: Jesús mismo dice: ‘Yo soy la puerta’ (Jn 10,7), un signo que expresa el deseo de recomenzar, y esta es una hermosa sabiduría: recomenzar, cada día recomenzar. Siempre dar un paso adelante. El deseo de renovarse y de dejarse encontrar por Dios. Y quien eventualmente no reconozca tener el don de la fe, aproveche igualmente este Año Jubilar para seguir adelante”, señaló el Pontífice. 

Más tarde, el Papa Francisco les agradeció por su trabajo, realizado con “dedicación, profesionalidad y generosidad, para garantizar mi seguridad, la de mis colaboradores y todos los peregrinos y turistas en el área del Vaticano”.

El Santo Padre afirmó que esta “exigente tarea” requiere “prontitud y coraje”, debe llevarse a cabo con discreción y con  el “cuidado de cada detalle, paciencia y disposición al sacrificio”. 

“La seguridad, de hecho, es un bien invisible cuya importancia percibimos precisamente cuando, por alguna razón, falta, y que se construye en el constante e inteligente esfuerzo de vigilancia, noche y día, durante todos los días del año”, remarcó.

Añadió también que “el ser humano herido por el pecado hace indispensable la obra de las fuerzas públicas al servicio del bien común de toda la comunidad, que disponen de los instrumentos adecuados para contrarrestar y detener a quienes se disponen a cometer delitos y crímenes”. 

“Pueden estar muy orgullosos de vivir y actuar al servicio del bien común, ¡mucho!, y al mismo tiempo mantenerse humildes, porque esto les permite reconocerse necesitados de ayuda, de bendición, de redención, y mantener su corazón abierto a la gracia de Dios”, señaló a continuación.

Por último, les explicó que “cuando los domingos mis secretarios vienen a visitarles para traerles chocolate o algo similar, es un gesto simbólico, pero un gesto que expresa mi cercanía. ¡Muchas gracias!”, concluyó el Santo Padre. 

Fuente:
ACIPRENSA
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