Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, celebró, a las 7 de la noche, hora en Roma, en la iglesia Santo Spirito en Sassi – Divina Misericordia, muy cerca al Vaticano, la Sagrada Eucaristía en agradecimiento a Dios y a la Iglesia universal por esta nueva designación como cardenal.
Lo acompañaron los cardenales colombianos Rubén Salazar y monseñor Jorge Enrique Jiménez; varios obispos colombianos y de la iglesia local. También, estuvieron presentes vicarios episcopales territoriales de la Arquidiócesis de Bogotá y presbíteros de esta iglesia particular.
Además, personalidades del Gobierno colombiano como la primera dama de la nación, Verónica Alcocer; el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Alberto Ospina Carreño; y comunidad.
Familiares, amigos, compañeros de vida del arzobispo, también, se unieron en esta eucaristía de Acción de Gracias.
La oración es un combate
Habló el cardenal electo en su homilía sobre la importancia de la oración, “porque la vida en Dios es un combate espiritual, que debemos enfrentar todos para que nos sintamos en una familia de Dios, por esto, es importante estar permanentemente orando”, afirmó.
También, refiriéndose a la solemnidad de los Santos Arcángeles: san Gabriel, san Miguel y san Rafael, explicó que:
San Gabriel nos invita a anunciar siempre la buena noticia, el Evangelio.
San Rafael nos acompaña siempre en la vida, en la cotidianidad, en el camino, porque solos no podemos.
San Miguel nos pide estar siempre orando para poder combatir las fuerzas del mal que muchas veces no nos dejan avanzar.
Al finalizar la homilía se refirió a la Virgen María, quien nos cuida y nos guía siempre.
Y agradeció la cercanía y oración de sus hermanos en el episcopado, de sacerdotes, religiosos y laicos. Además, envió su bendición al pueblo colombiano.
A continuación, algunas fotos de esta celebración:
A continuación unas palabras del cardenal electo al finalizar la sagrada eucaristía:
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