11 de febrero,"Nuestra Señora de Lourdes"
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La protagonista de este acontecimiento fue una joven llamada Bernadette Soubirous, que hoy se cuenta entre las filas de las santas. La Virgen María se le apareció dieciocho veces en una gruta junto al río Gave. Los detalles de esta experiencia fueron recogidos por la comisión diocesana encargada de examinar los hechos.
Así, sabemos que Bernadette estaba junto al río con su hermana y una amiga cuando oyó una especie de "ráfaga de viento" que venía de una cueva. Se acercó, pero las hojas de los árboles estaban inmóviles. Mientras intentaba comprender, oyó un segundo "ruido" y vio una figura blanca que parecía una Señora. Temiendo sufrir alucinaciones, se frotó los ojos, pero Ella seguía allí. Sin saber qué hacer, sacó el rosario del bolsillo y comenzó a rezarlo; la Virgen se unió a su oración. Más tarde le confió a su hermana lo que había sucedido; también se lo contó a su madre, que le prohibió volver a ese lugar.
Pero Bernadette sentía una fuerza interior que la empujaba a volver a la gruta. Después de mucho insistir, su madre se lo permitió. El 14 de febrero, la joven regresó a la cueva con un grupo de amigas, y se produjo una segunda aparición.
La invitó a volver durante 15 días
El 18 de febrero hubo otra aparición, y en esta ocasión la Virgen le pidió a Bernadette que volviera durante 15 días consecutivos.
El día 25 de febrero, la Señora invitó a la joven a hacer gestos de penitencia por los pecadores, y a cavar con las manos para encontrar agua.
Tras la aparición del 1 de marzo, una mujer se dirigió por la noche a la gruta, metió su brazo enfermo en el agua de la fuente y quedó curada. Fue la primera de una larga serie de curaciones milagrosas.
Soy la Inmaculada Concepción
El 25 de marzo, a petición de Bernadette, la Virgen le dijo que era la Inmaculada Concepción. El dogma de fe había sido promulgado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854.
Las apariciones
Las apariciones duraron desde el 11 de febrero hasta el 16 de julio de 1858, con diferentes intervalos, hasta un total de 18 apariciones. Fueron reconocidas oficialmente por el obispo de Tarbes el 18 de enero de 1862.
Santuario para enfermos
La fama de Lourdes no se debe solamente a las apariciones, sino también al mensaje de esperanza para la humanidad que sufre en cuerpo y espíritu. Lourdes es conocido como el lugar que acoge a los enfermos que peregrinan hasta allí para encontrar la paz, la salud y la serenidad por intercesión de la Virgen Inmaculada. Se han reconocido setenta curaciones físicas -por un equipo médico independiente- y se han producido innumerables conversiones.
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