En una eucaristía, celebrada en la Catedral Primada de Bogotá, y presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, y concelebrada por monseñor Germán Medina obispo auxiliar de Bogotá se renovó la consagración de las familias, las comunidades parroquiales y toda la nación al Sagrado Corazón de Jesús.
En su homilía el cardenal Luis José Rueda Aparicio, enfatizó que solo el amor puede sanar a la sociedad colombiana. Inspirada en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la homilía subraya el mensaje cristiano de que "Dios es amor", destacando la importancia de amar a Dios y al prójimo como un único mandamiento.
La sanación a través del amor de Jesús
Además, señala que la sociedad colombiana necesita ser sanada desde la conciencia individual, y que el amor de Jesús es la verdadera esperanza para la sanación y renovación personal y social. El amor presente en las familias y comunidades es fundamental para vencer el odio y superar el desaliento.
Símbolos de la sangre y el agua de Jesús
El Señor Cardenal reflexionó sobre el pasaje evangélico "mirarán al que traspasaron", destacando la importancia de la sangre y el agua que brotaron del costado de Jesús. La sangre simboliza el amor infinito y la misericordia de Dios, renovada en cada Eucaristía. El agua representa la vida abundante y la fuerza renovadora del Espíritu Santo y el Bautismo.
Enfermedades sociales y soluciones
Ataques contra la vida humana: El cardenal denuncia la amenaza constante a la vida humana en Colombia y llama a defender la dignidad y sacralidad de cada persona, promoviendo el cuidado integral de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Polarización social: Destacó la necesidad de superar la polarización, promoviendo la amistad social, la verdad y el bien común. Se urge a la sociedad a adoptar el diálogo sincero y el encuentro para lograr la unidad nacional.
Corrupción: La avaricia y la codicia son identificadas como raíces de la corrupción que destruye a la sociedad. Se propone la pedagogía de la honradez y la ética de la austeridad como medios para combatirla, comenzando por las actitudes ciudadanas en el hogar.
Concluyó llamando a confiar en el amor de Jesús como la fuerza renovadora que puede sanar la sociedad colombiana desde dentro, formando corazones fraternales y promoviendo la cultura del servicio, respeto y austeridad. Finaliza con una invocación al Sagrado Corazón de Jesús.
Luego, el señor cardenal se dirigió a la Capilla del Sagrado Corazón, con fe y esperanza realizó la oración de renovación de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor Jesús, Redentor y Salvador nuestro:
venimos ante Ti en este día nacional de Acción de Gracias.
Tuyos somos, tuyos queremos ser y,
para manifestar públicamente nuestra fidelidad,
queremos renovar hoy nuestra consagración a Ti:
esa consagración que hicimos el día de nuestro bautismo.
Sabemos que muchos no te han conocido,
otros han rechazado tu Evangelio o algunos han renegado de Ti.
Te pedimos que, con la fuerza de tu Espíritu,
los atraigas a todos al amor del Padre,
manifestado en tu Sagrado Corazón.
Señor, ejerce tu reinado de amor
no solo sobre aquellos que nunca se han alejado de Ti,
sino también sobre aquellos que te han abandonado:
haz que todos volvamos, como el hijo pródigo, a la casa paterna.
Mira, Señor, con amor a nuestra amada patria, Colombia, te la consagramos.
Tú sabes que la amenazan y afectan
la maldad, el odio, la violencia y la pandemia.
Tú sabes que la idolatría de la riqueza y las tinieblas de la mentira
han ahogado la verdad y la justicia.
Te consagramos, Señor, nuestras familias,
fundamento de la sociedad y de la Iglesia.
Con el don de tu Espíritu fortalece y reanima nuestros hogares,
para que sean auténticas comunidades cristianas,
por la fe, la oración y el testimonio.
Que llegue a nosotros tu Reino, el reino de la verdad y de la vida,
el reino de la justicia, el amor y la paz. Amén.
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