Los desafíos para la Vida Consagrada en Colombia
Hacer creíble en los jóvenes el escoger la vida religiosa como opción de vida, fue otro de los desafíos planteados, señaló monseñor Joaquín Humberto Pinzón Güiza, vicariato apostólico de Puerto Leguízamo y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, al concluir el encuentro nacional.
“Jóvenes, vale la pena consagrar su vida a Dios, desde la vida consagrada, porque es llenar el corazón de la alegría del Evangelio, que es Jesús”, insistió.
El prelado, además, expresó su gratitud a los religiosos(as) y miembros de la vida consagrada por su entrega, alegría y fidelidad como signo de profecía en todos los lugares donde están presentes. “Que Dios siga acompañando toda esa obra y la labor que están haciendo en los diferentes lugares”.
Para el Hermano Juan Carlos Villareal, vicario de religiosos en la Arquidiócesis de Popayán, es urgente fortalecer la fraternidad entre todos los carismas que congregan la vida religiosa y “lograr articular nuestra misión a la misión pastoral que desarrollan las jurisdicciones”.
Por su parte, el religioso dominico Fray Rafael Hernando Diago explicó que “se ha venido proyectando un trabajo y avanzando en los desafíos que vamos a tener para los próximos años y el aporte que, como comunidades religiosas, congregaciones, institutos de vida secular y circuitos de vida pastoral, y las demás familias religiosas de Colombia, podamos brindar al trabajo que la Iglesia colombiana hace en cada uno de los territorios”.
Finalmente, la hermana María Caridad de San José, Hija de la Misericordia del Corazón de María y delegada de la Diócesis de Socorro y San Gil, precisó que fruto del encuentro se plantearon cuatro grandes desafíos, que se esperan sean un gran aporte para la Iglesia en este camino de evangelización, ellos son: el acompañamiento a la vida consagrada, la formación, las vocaciones y también las mutuas relaciones.
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