La gracia del Dios de la libertad
Se celebró la Sagrada Eucaristía, presidida por el arzobispo de Bogotá, Monseñor Luis José Rueda Aparicio. Se oró por el mundo carcelario, sus familias y por los servidores de esta pastoral penitenciaria en todo el territorio colombiano. Acompañaron esta celebración el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán. Monseñor Luis Manuel Alí, secretario general de la CEC y obispo auxiliar de la arquidiócesis de Bogotá y monseñor Hugo Torres, obispo de la Diócesis de Apartadó. .
Se unió a esta celebración eucarística un grupo de sacerdotes servidores de la pastoral penitenciaria del país. También, algunas personas que hacen parte de las entidades carcelarias de cada provincia en Colombia, motivados y encabezados por el capellán general del INPEC, padre Eliécer Montañez.
La Virgen María, Intercesora, compañera y madre de los privados de la libertad
En su homilía el arzobispo hizo referencia al plan de salvación que tiene el Señor y que nos cobija a todos, en libertad o privados de esta. Dios nos ofrece la libertad, y muchas veces no hace falta estar detrás de las rejas para sentirnos encarcelados, cautivos, en la soledad y sin esperanza.
Nos invita a tener una actitud de humildad, de amistad aún en las cárceles, sentirnos que Dios está con nosotros en cada momento, en cada lugar, no importa si estamos en prisión, allí también está Dios.
Nadie está abandonado, estamos acompañados siempre por Jesús y por la Virgen María, “ Hagamos de la celda un lugar de oración, de adoración a Nuestro Señor” enfatizó el arzobispo.
A continuación homilía completa de monseñor Luis José Rueda Aparicio:
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