Es necesario poner en el primer renglón de atención la problemática del hambre: monseñor Rueda Aparicio
En el marco de la conmemoración de los 20 años de servicio del Banco Arquidiocesano de Alimentos de Bogotá (BAB), monseñor Luis José Rueda Aparicio, tras destacar esta obra en beneficio de los más vulnerables, llamó la atención sobre la necesidad de continuar fortaleciendo las acciones en torno a la lucha contra el flagelo del hambre.
“El Banco de Alimentos es ante todo una posibilidad de esperanza para tantas familias pobres. En el mundo se desperdician toneladas de alimentos, pero hay muchas personas muriendo de hambre. Dicen que la primera causa de muerte en el mundo no es la guerra, ni el cáncer, ni el COVID, es el hambre (…) un desafío no solo en Colombia sino en el mundo, así que es necesario ponerlo en el primer renglón de atención”, afirmó el arzobispo de la Arquidiócesis de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.
“Hoy el clamor es grande porque el hambre sigue afectando”
Advierte el padre Daniel Saldarriaga Molina, director Ejecutivo del BAB, quien se suma al llamado de monseñor Rueda.
“En Colombia hay 12 millones de personas que viven en inseguridad alimentaria, que constantemente luchan por conseguir alimentos. Hoy, más que nunca, nuestra tarea es fundamental para apoyar a miles de personas que se han visto golpeadas por los efectos del COVID y la crisis social que enfrenta el país”, afirmó el sacerdote.
Esta obra liderada por la Iglesia católica ha sido posible gracias a la generosidad de miles de personas, empresas e instituciones.
“Contabilizamos más de 228 millones de kilos de alimentos entregados, superando todas las expectativas, a través de claros y eficientes procesos, que permiten garantizar a nuestros donantes un manejo impecable y responsable de los recursos”, precisó el padre Saldarriaga.
“En el 2020 las oportunidades que nos dieron todos los que nos donan, nos permitió llegar a 1.500.000 personas, desde el Amazonas hasta San Andrés, por toda la Costa Caribe, la Costa Pacífica, por nuestros Llanos y el Centro del país”.
Finalmente, agregó, “el Banco de Alimentos no le entrega a nadie en particular, solo a través de organizaciones constituidas formalmente, que salvan los productos con el Banco de Alimentos y los hacen llegar con fraternidad y justicia a las personas que necesitan, ayudándolos, además, a pasar a un nuevo nivel (…) No queremos ayudarle a los más pobres para que permanezcan pobres. Queremos que los que son ayudados con nuestro Banco de Alimentos y con nuestras organizaciones, puedan tener un mejor presente y puedan soñar con un mejor futuro”.
Fuente Disminuir
Fuente