Diáconos permanentes participan en XVI Congreso Nacional y celebran su jubileo

Bajo el lema ‘Diáconos permanentes, peregrinos en comunión y servidores de esperanza’, estos ministros ordenados, en compañía de sus esposas, compartieron un espacio de formación, fraternidad y renovación espiritual en el marco del Jubileo de la Esperanza.

El encuentro, que reunió a delegaciones de distintas jurisdicciones eclesiásticas de Colombia, contó con la participación de 120 diáconos permanentes, algunos de ellos acompañados por sus esposas.
Durante la jornada, desarrollada del 8 al 10 de agosto, bajo la coordinación de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Comisión Episcopal y el Departamento de Ministerios, en articulación con el diaconado permanente de Valledupar, los asistentes centraron su formación y discernimiento en torno a cuatro ejes temáticos:
“El diácono permanente, hombre, esposo y padre de esperanza”, por monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón.
“El diácono permanente, discípulo de esperanza”, por el padre Manuel Vega, vicario general de la Diócesis de Facatativá.
“El diácono permanente, profeta de esperanza”, por monseñor Iván Marín, obispo emérito de Popayán.
“El diácono permanente, servidor de esperanza”, por Fray José Gabriel Meza, OP, rector de la Universidad Santo Tomás.
Uno de los aspectos centrales de reflexión durante los espacios formativos fue la renovación ministerial, a partir de la oración personal, la formación continua y el testimonio de vida; manteniendo un equilibrio entre la vida familiar y el servicio eclesial.
Los ponentes insistieron en que la vocación diaconal no debe asumirse como un cargo, sino como un camino de discipulado, caridad y reconciliación.
Monseñor Iván Marín recordó los orígenes del diaconado permanente en Colombia, presentes inicialmente en Medellín, Manizales y Facatativá, e invitó a valorar su papel histórico y pastoral.
Por su parte, Fray José Gabriel Meza subrayó la importancia de una teología de la esperanza que impulse al servicio, así como de fortalecer la sinodalidad, la formación teológica y el vínculo del diácono con su comunidad.
El congreso incluyó momentos de oración, adoración eucarística y celebraciones litúrgicas presididas por monseñor Jaime Abril, obispo de Arauca; monseñor Iván Marín, obispo emérito de Popayán; y monseñor José Vélez Isaza, obispo de Valledupar.

Peregrinación jubilar
El congreso finalizó con este momento de gracia y júbilo, en sintonía con el llamado del papa a ser “apóstoles del perdón y constructores de comunión”, acogiéndose a la guía y protección de la santísima virgen María.
En la eucaristía de clausura, monseñor Vélez exhortó a los diáconos a “mantener la lámpara encendida” y vivir un ministerio de servicio cercano a la Eucaristía y al pueblo de Dios.
La organización agradeció a la Diócesis de Valledupar, en cabeza de su obispo; al departamento de Ministerios Ordenados de la Conferencia Episcopal, bajo el liderazgo del padre Juan Manuel Beltrán Urrea; al padre Iver de la Cruz; y a las familias que acogieron con generosidad a los participantes, destacando el espíritu fraterno y de comunión que marcó el evento.
El próximo encuentro nacional del diaconado permanente se llevará a cabo en el 2027, teniendo como sede Armenia, capital del departamento de Quindío.
Reviva Eucaristía - Jubileo Diáconos Permanentes 2025 - Catedral Ecce Homo_ Diócesis de Valledupar:
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