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Amazonía y cuidado de la Casa Común, preocupaciones y perspectivas de trabajo articulado

10 de febrero de 2023
Realidad ambiental, calentamiento global, deforestación, tala indiscriminada de árboles, y propuesta de Iglesia enmarcada en la Conferencia Eclesial de la Amazonía, fueron tema de reflexión en desarrollo de la 114 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. Con la participación de obispos peruanos, los obispos de este país, adelantaron un trabajo de análisis y proyección de trabajo conjunto, que fue socializado ante los medios de comunicación en el tercer día de Asamblea Plenaria. ¿Creen ustedes que debe h
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Cortesía CEC.

Realidad ambiental, calentamiento global, deforestación, tala indiscriminada de árboles, y propuesta de Iglesia enmarcada en la Conferencia Eclesial de la Amazonía, fueron tema de reflexión en desarrollo de la 114 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano.

Con la participación de obispos peruanos, los obispos de este país, adelantaron un trabajo de análisis y proyección de trabajo conjunto, que fue socializado ante los medios de comunicación en el tercer día de Asamblea Plenaria.

 

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¿Creen ustedes que debe haber una política como lo está planteando el Gobierno Nacional, de moderar la acción penal contra los pequeños cultivadores de coca dándoles alternativas reales para que sustituyan ese cultivo ilícito con uno lícito?

Al respecto monseñor Joaquín Pinzó, vicario apostólico de Puerto Leguízamo – Solano, apuntó que para nadie es un secreto que uno de los factores que está llevando a la deforestación, es el cultivo ilícito, de manera especial por la siembra de hoja de coca y, agregó, que, esto no solo se presenta en Colombia sino en países vecinos, por lo que observó que se hace necesario que los Gobiernos realicen unas nuevas políticas de estado claras.

 

“Creo que nos estamos quedando en grandes discursos, nos estamos quedando en grandes disertaciones, falta esa presencia del Estado, que llegue a los territorios y que establezca los diálogos, y no solo eso, sino que también logren llegar a acuerdos, porque todas estas políticas al quedarse muy en el escritorio, muy en las oficinas, como que no llega a darle una solución a todo lo que está sucediendo allí”, apuntó.

 

Insistió que el Estado debe crear unas políticas donde se generen nuevas alternativas de producción e ingresos, allí donde las comunidades puedan sustituir los cultivos ilícitos que solo les deja destrucción y pobreza.

Más allá de leyes se requiere una cultura educativa

Por su parte, monseñor Omar Mejía, arzobispo de Florencia, al referirse al tema del narcotráfico y microtráfico, dijo que estos dejan dos rostros tristemente visibles: los que cultivan y los que consumen. Los que cultivan sumidos en la pobreza y en la persecución. Los consumidores, “es muy fácil también atacarlos. ¿Pero cómo se va a regular el rostro invisible del narcotráfico y el microtráfico?”, cuestionó.

En este sentido, observó que siempre será interesante generar nuevas políticas que respondan a nuevas necesidades. “Porque más allá de leyes, que seguramente son necesarias, necesitamos también una cultura educativa”.

 

“Hay que llegarles con educación a los campesinos, hay que llegarles con las alternativas sociales, no solamente con una acción militar y es lo que reclaman todas estas culturas”.

 

 Falta de reformas agrícolas

Durante su intervención, monseñor David Martínez de Aguirre, obispo de Puerto Maldonado – Perú y vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, dijo desconocer la situación propia de Colombia a este respecto, pero expuso que en muchas zonas de su país también se genera esta problemática, hecho que ha permitido que el campesino por falta de garantías  abandone sus cultivos agrícolas para dedicarse a sembrar la hoja de coca, siendo esto último más rentable para la supervivencia de las familias.

“Son poblaciones en Perú que proceden de gente pobre, donde no hay unas verdaderas alternativas para la agricultura, y donde la gente va buscando un medio de vida ante la falta de alternativas, por eso acaban buscando aquel producto que le genere una cierta rentabilidad”.

Frente a esta realidad, dijo el obispo, se requiere “precisar ciertamente políticas del Estado que acompañen a todas estas grandes masas poblacionales que no encuentran unas reformas agrícolas, que no encuentran la forma de poder vivir del campo de manera sana digna”.

Tala indiscriminada de árboles e incendios forestales

Monseñor David Martínez de Aguirre, señaló que los índices de deforestación son tan altos que ya los científicos afirman que están llegando a un punto de no retorno, es decir de un mal irreversible para el ecosistema, afectando de manera considerable el ciclo del agua en la Amazonía.

Explicó que los pueblos originarios son sociedades del bosque, son sociedades que dependen del bosque, por tanto, son los principales afectados y sienten el dolor del daño al ecosistema. Por otra parte, manifestó que los “citadinos que están acostumbrados a tener unos metros cuadrados de terreno para vivir, no concibe que una sociedad necesite grandes extensiones de territorio para que se produzca la vida”.

Afirmó que, en el bosque amazónico, algunos incendios son naturales, pero otros son provocados para ganar espacios para la agricultura y para las grandes explotaciones agrícolas. “Una tierra es rica en tanto se le conserva la capa de humus que la propia vegetación genera, y cuando arrasamos con esa vegetación desertificamos la selva”.

Al respecto monseñor Omar Mejía, aseguró que la mayoría de veces estas talas indiscriminadas se dan por objetos meramente económicos, a lo que asintió que es urgente gestar un plan para educar y en el caso de la Iglesia Evangelizar en la protección del ecosistema.

“Entonces aquí es urgente que sigamos en un proceso educativo y desde luego, nosotros como Iglesia esa es una opción, pero no es de ahora, ya lo dije desde 1988 venimos en ese proceso, pero también empezar a educar a formar para que precisamente no haya esta tala indiscriminada, porque decir tala indiscriminada ya es una acción poco racional”.

¿Cómo articular el trabajo que hacen los Gobiernos en otros países?

Monseñor Joaquín Pinzón dijo que la propuesta de la Iglesia Católica de crear la Conferencia Eclesial para la Amazonía (CEAMA), es una invitación a superar fronteras de países por territorios y sentirse más bien viviendo en la Amazonía como una sola, superando ideologías y poniendo por encima el cuidado de la vida que trae consigo la Amazonía.

 

“Pienso y creo que la CEAMA es como una semillita que la Iglesia ofrece y que está proponiendo también a los Estados, pongámonos de acuerdo creando políticas que nos permitan vivir en este territorio, compartir el territorio y al mismo tiempo cuidar del territorio".

 

"(…) Solos no podemos, si en uno de los países se cuida el ecosistema y en el otro no, pues el daño sigue creciendo”, puntualizó.

Presentación de la CEAMA a la Iglesia colombiana

El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo en Perú y presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), centró su intervención en el llamado que el papa Francisco hace en la encíclica social Laudato si’, numerales 37 y 38, de cuidar uno de los pulmones del mundo, el cuidado de la vida y del territorio, y ahí expresamente habla de la Amazonía y de la Cuenca fluvial del Congo y otros acuíferos.

Recordó como la Iglesia dentro de su misión de más de 500 años ha estado presente en todos los rincones de la Amazonía y ahora de una manera más directa con la creación de CEAMA, hecho que ha permitido que la Iglesia se sienta más comprometida con los pueblos originarios y con el cuidado de la región Amazónica.

 

“La Conferencia significa un espacio no solamente de diálogo estable y permanente, es una Conferencia Eclesial. Quiere decir que no solo participan obispos, sino también sacerdotes, religiosas, laicos y laicas del territorio, con voz y voto”.

 

Esto es una novedad, la primera Conferencia Eclesial en la historia de la Iglesia para poder servir mejor a Dios, a nuestros hermanos que viven en la Amazonía y también a todo el territorio que Dios nos ha dado y el mandato de cuidar”.

Advirtió que si bien la CEAMA cuenta con la aprobación Pontificia donde se le reconoce como organismo jurídico, eclesial y público, también requiere del reconocimiento legal de 8 países: Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y también el territorio de ultramar de Guyana francesa.

Explicó, además, que Colombia por su importancia, fue el primer país donde vinieron a presentar la CEAMA, proyecto que fue expuesto a los obispos presentes en la CXIV Asamblea Plenaria del Episcopado.

¿Qué es la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA?

Monseñor David Martínez de Aguirre, vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, describió que esta organización nace del trabajo que instituciones como la CLAR, Caritas y otras entidades estaban realizando en la Amazonía y que luego vieron la necesidad de formarse y trabajar como red.

En el año 2014 hay una visita del papa Francisco a la Amazonía de Perú en Puerto Maldonado, con un encuentro de los pueblos indígenas peruanos. Allí el papa Francisco anuncia el Sínodo para la Amazonía, que se realizó en octubre del 2019. De este Sínodo surgió la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Querida Amazonía”, presentando sus cuatro sueños, social, cultural, ecológico, eclesial y que luego animó al surgimiento de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA.

Esta nació oficialmente el 29 de junio del 2020 como organismo eclesial, permanente, representativo y de carácter institucional para la Región Amazónica. Al año siguiente, el 9 de octubre del 2021 fue erigida canónicamente por el Papa Francisco como entidad jurídica, pública y eclesiástica.

El 3 de octubre del 2022, el papa Francisco creó la personería jurídica de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.

Fuente:
CEC
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