En el sector de Alfonso López en la localidad de Usme al sur de Bogotá, la Arquidiócesis de Bogotá a través del Servicio para el Desarrollo Humano Integral, celebró el pasado domingo 13 de noviembre la VI Jornada Mundial de los Pobres, la cual fue establecida por el papa Francisco en el año 2016.
Habitantes vulnerables de los sectores del Refugio y la Esmeralda madrugaron y cumplieron la cita a primeras horas de la mañana en la parroquia San Marcelino Champagnat, sin importar el inclemente clima de las últimas semanas y las largas distancias, para poder conocer y compartir un desayuno con nuestro arzobispo monseñor Luis José Rueda Aparicio.
La jornada inició con la celebración de la eucaristía presidida por el Arzobispo y concelebrada por monseñor Ricardo Pulido, vicario del Servicio para el Desarrollo Humano Integral y el padre Luis Alfonso Canedo Restrepo, párroco de San Marcelino Champagnat. Posteriormente, se repartió un desayuno a las 400 personas que asistieron. Monseñor Luis José, desayunó y compartió con varias familias en una mesa, mostrando su sencillez, cercanía y humildad.
“Ha sido una experiencia muy bonita en la parroquia San Marcelino Champagnat, en el barrio Alfonso López, con los habitantes del Refugio y la Esmeralda en la periferia de Bogotá. Compartiendo primero la eucaristía, encontrarnos en el desayuno y después ayudados por el Banco de Alimentos, llenando de alegría a estos hermanos y hermanas, es una bendición para todos”, indicó monseñor Luis José.
Para terminar la jornada, se entregaron con la ayuda del Banco de Alimentos de Bogotá un mercado a las 200 familias presentes.
“Este signo que hoy hemos querido hacer es con personas de un sector muy vulnerable de una invasión, donde hemos querido traer 400 personas de estos sectores para poder compartir con ellos la eucaristía, un desayuno y una ayuda nutricional, porque son signos de solidaridad. El Papa nos dice que es importante hacer signos concretos de fraternidad y eso estamos haciendo aquí.” Indicó monseñor Ricardo Pulido vicario del Servicio para el Desarrollo Humano Integral.
De esta manera, la Arquidiócesis de Bogotá, por medio del Servicio para el Desarrollo Humano Integral, nos muestra una Iglesia que camina con su pueblo, en misión y salida, buscando el bienestar de las familias más vulnerables de nuestra ciudad.
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