En una jornada organizada por la Coordinación de Iniciación Cristiana y la Coordinación Arquidiocesana para la evangelización de la juventud de la arquidiócesis de Bogotá se celebró el pasado sábado 21 de agosto, el Día de Catequista.
Fueron más de 250 catequistas que acudieron al auditorio sede Las Torres de la Universidad Católica de Colombia, para vivir una jornada de reflexión y formación en torno a la catequesis.
El objetivo principal de este encuentro fue celebrar en comunidad la alegría de ser catequista en su día. Reconociendo el valor de la comunidad y específicamente de la comunidad mistagógica que acompaña en el descubrimiento y en la profundidad del misterio de Cristo.
Así mismo, fue un espacio que buscó generar una identidad del catequista de la Arquidiócesis de Bogotá, dando a conocer las diferentes líneas de acción de iniciación Cristina y su apuesta por la comunidad. Durante todo el día hubo conferencias, conversatorios y espacios de reflexión.
Y para terminar los catequistas también pudieron compartir un rato con monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, quien tuvo un espacio de diálogo sobre la Iniciación cristiana de jóvenes.
Recordemos que el Día Internacional del Catequista se celebra cada 21 de agosto, una fecha señalada de la Iglesia Católica en conmemoración del papa Pío X. Ese Papa, que fue santificado y es el patrono de todos los catequistas del mundo.
Papa Pío X
El Papa Pío X ejerció su pontificado entre los años 1903 y 1914. Toda su actividad como Papa estuvo marcada por la importancia que dio a la catequesis y a la pastoral. Promocionó la comunión frecuente y dispuso las formas de preparación para que los niños accedieran al sacramento, redactó un catecismo, se ocupó de la formación del clero y de promover el canto litúrgico. También incentivó la organización de los distintos movimientos y asociaciones de laicos que por aquellos años comenzaban a surgir en la Iglesia.
Con todas estas iniciativas se estaban dando los pasos iniciales para que la catequesis, sobre todo la de preparación a los sacramentos, llegara a tener un lugar destacado en la Iglesia del siglo XX y que fuera ejercida no sólo por los sacerdotes y las religiosas, sino también por laicos y laicas.
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