Jornada formativa: ‘Una Iglesia misionera, que ofrece la riqueza espiritual del Evangelio’
El pasado 5 de octubre, la sede Unión Social de la Fundación Universitaria Monserrate – Unimonserrate fue el escenario del III encuentro formativo arquidiocesano dedicado al desarrollo humano integral, un espacio que congregó a 60 servidores de equipos parroquiales y coordinaciones de la Diaconía que lidera estos procesos enmarcados en la espiritualidad samaritana.
La jornada tuvo como objetivo “seguir profundización en la riqueza espiritual del Evangelio que orienta el servicio del desarrollo humano integral en perspectiva de salida misionera”. En esta línea advirtieron que si se pierde el énfasis y centro de la acción pastoral en la espiritualidad misionera “nos convertimos en una ONG y esa no es nuestra misión”. Ante este desafío, insistieron en la importancia de “enriquecernos cada vez más en la espiritualidad desde la oración y desde la acción samaritana con rostro misericordioso, canalizada a través de las diferentes pastorales que acompañamos”.
Un año de formación para la misión
A lo largo de este año, los encuentros formativos se han enfocado en responder a la pregunta: ¿Cómo vivir la salida misionera desde el desarrollo humano integral en una Iglesia sinodal?, ante este interrogante y derrotero de acción, la apertura a la misión; la concreción del servicio; la espiritualidad; y el fortalecimiento de las actitudes del buen samaritano, han sido temas claves en este transitar desde el camino discipular misionero propuesto por la Arquidiócesis y fortalecido a través de la formación, el aprendizaje recíproco y la acción concreta, “que nos ayudan a servir cada vez, más y mejor, como Iglesia samaritana en las diversas periferias existenciales y territoriales de nuestra ciudad – región de Bogotá”, explicaron los organizadores.
Agregaron que es importante “resaltar la consolidación que hemos tenido como animadores del desarrollo humano integral, logrando mayor participación de los servidores de las parroquias y el reconocimiento de diversas iniciativas en los escenarios eclesiales de base”.
“La Iglesia a la que queremos servir”
Durante su intervención, monseñor Ricardo Pulido, vicario episcopal de la Diaconía para el Desarrollo Humano Integral de esta Arquidiócesis, animó a continuar formándose y sirviendo desde una acción misionera nutrida por la riqueza espiritual del Evangelio. Se refirió a las características de una Iglesia misionera, destacando que “es una Iglesia que acoge y escucha; que obra con misericordia; sensible a las necesidades; una Iglesia que permanece acompañando, siempre discípula en la vivencia de la fe”.
Seguidamente, profundizó en las características de la espiritualidad que sostiene a esta Iglesia misionera:
Una espiritualidad impregnada de oración y adoración,
Una espiritualidad marcada por la vivencia de los valores cristianos,
Una espiritualidad de la misericordia,
Una espiritualidad que se refleja en actitudes.
Finalmente, insistió en el llamado a la fortalecer “la espiritualidad que se hace carne en la samaritaneidad”, asumiendo el ser de un cristiano misionero y sinodal, que sale al encuentro del otro, siendo abierto a la realidad cambiante y reconociendo la presencia de Dios en la fragilidad. Siendo un cristiano dispuesto a acompañar y construir con el otro un camino de fe, sembrando esperanza y llevando su actuar a acciones concretas de misericordia.
Cierre y proyecciones
El ciclo formativo culminará el próximo 21 de noviembre con la participación en la Asamblea Arquidiocesana, un espacio donde los animadores del desarrollo humano integral continuarán fortaleciendo su formación, con miras a responder al compromiso de “ser y hacer presencia samaritana”.
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