Cristo, el Rey, está en el rostro sufriente del pobre
- El último domingo del año litúrgico, Solemnidad de Cristo Rey del Universo, termina el ciclo litúrgico. El próximo domingo ya estaremos empezando el año y en Adviento.
- El año litúrgico nos permite contemplar a Cristo, cada acontecimiento de la vida de Cristo, cada año según un evangelista.
Estamos celebrando la solemnidad de Cristo Rey.
Este es el último domingo del año litúrgico, ya el próximo domingo es primer domingo de Adviento y empezará un nuevo año litúrgico.
El año litúrgico nos permite durante todas las semanas del año contemplar a Cristo en todos los acontecimientos de su vida. El centro del año litúrgico es el Triduo Pascual: la pasión, muerte y resurrección del Señor; pero se prolonga durante todo el año y domingo a domingo celebramos la Pascua del Señor su resurrección: El triunfo de la vida.
En la primera lectura vemos a un pastor que busca el rebaño, que busca a la oveja descarriada, que cura a la herida. Qué bonita la actitud de los pastores cuidando su rebaño y lo cuidan no solamente por una profesión sino por amor, conocen el nombre de sus ovejas, las llaman a cada una por su nombre y están pendientes de lo que necesita el rebaño para que no se disperse.
En el salmo que escuchamos hoy estábamos diciendo: Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú, el Buen Pastor, vas conmigo. Es un acto de confianza total en el Buen Pastor que murió en la cruz, que resucitó.
La Carta a los Corintios, nos anuncia que Cristo resucitó y venció a la muerte como primicia de todos los que han muerto. Y este año que hemos tenido que despedir a tantos seres queridos, a tantos amigos y amigas por la pandemia que estamos viviendo en todo el mundo, esa palabra viene a fortalecernos. Cristo resucitó y es la Primicia de todos los que murieron y nos llena de Esperanza. Los que han muerto este año a causa del Invierno tan fuerte que azota nuestro país y nuestra región latinoamericana, ellos van a tener vida. Igualmente todos los que han muerto a causa de odio, de la violencia, todos los líderes sociales de nuestro país.
En el Evangelio el Señor nos está hablando, está llenando el corazón de Esperanza, nos está diciendo que el Padre celestial tendrá un día para nosotros, un día que no es un juicio de condenación sino de salvación, un día en que nosotros le podemos presentar nuestra, obras nuestras obras de amor y de misericordia como una ofrenda a manos llenas y diciendo: Padre Dios, aquí está lo que me entregaste, lo que tú has hecho conmigo; tú me has amado y porque me has amado yo no he guardado ese amor para mí sino que lo he convertido en obras y a manos llenas te traigo estas obras.
Fuente Disminuir
Fuente