Animados y comprometidos con el llamado del papa Francisco a “caminar juntos” y dando continuidad al proceso de redescubrimiento del estilo sinodal de ser iglesia que, desde hace varios años, viene adelantando la Arquidiócesis de Bogotá, el sábado 20 de noviembre, se llevó a cabo la Asamblea Arquidiocesana 2021.
“Agradecer los frutos cosechados en nuestra acción evangelizadora y disponernos con renovada esperanza a seguir caminando juntos, en medio de las pruebas que este tiempo ha representado para la humanidad, la Iglesia y nuestra ciudad”, fue el objetivo del encuentro anual, que por primera vez se realizó en modalidad arciprestazgos o parroquias cercanas.
Alegría, compromiso y participación de sacerdotes, animadores de la evangelización, religiosos, religiosas, seminaristas, diáconos y laicos comprometidos, marcaron la jornada desarrollada en cinco momentos: acogida, apertura, escucha, eucaristía y compartir fraterno.
Unidos en oración y comunión misionera
De manera simultánea al desarrollo de la Asamblea en los 50 Arciprestazgos de la Arquidiócesis, el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio junto a monseñor Germán Medina, en nombre de los obispos auxiliares; los Vicarios Episcopales Territoriales, el Consejo Episcopal, formadores y jóvenes en formación del Seminario Redemptoris Mater y del Seminario Mayor de Bogotá, en un signo de comunión misionera y sinodalidad junto al Sagrario, oraron en acción de gracias por la Asamblea Arquidiocesana, por los frutos pastorales y la proyección de la acción pastoral y evangelizadora.
Pidieron al Señor “que nos dé el don de su Espíritu, que nos muestre el camino, que nos llene de esperanza, de consuelo, de fortaleza, frente a los desafíos que estamos viviendo”.
Tres motivos animaron la realización de la Asamblea Arquidiocesana en modalidad arciprestazgos:
- Reencontrarnos, respetando las medidas de bioseguridad.
- Celebrar y dar gracias a Dios, reconociendo que en medio de la compleja situación que afronta el mundo por la pandemia y de la situación social del país, también hay brotes de resurrección, de vida, hay frutos que cosechar: las expresiones de solidaridad, los esfuerzos de las comunidades parroquiales, nuestro caminar pastoral.
- Entrar en sintonía con el papa Francisco, que nos convocado al Sínodo por una Iglesia en comunión, participación y misión.
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