La historia de Marie Heurtin una pelicula basada en una historia real que te sorprenderá

Marthe Heurtin era una de las hijas mayores de un matrimonio de la Bretaña francesa. A ese matrimonio le nacieron 9 hijos, de los cuales únicamente dos niñas vinieron al…
El resto de niños, 5 de los cuales murieron tempranamente, eran sordos o sordociegos. Marie nació 13 de abril de 1885. Hasta que cumplió los diez años de edad, permaneció en la casa familiar, sin recibir ningún tipo de educación. Entonces, en 1895, fue aceptada como alumna en la escuela de Notre Dame de Larnay.
Cerca de la ciudad francesa de Poitiers estaba un convento de las Hermanas de La Sabiduría, llamado Notre Dame de Larnay. Las monjas de esta orden tenían ya una tradición importante en la enseñanza de niñas sordas, y las de Larnay venían reuniendo además experiencias exitosas en la enseñanza de niñas sordociegas. Monjas de esta orden, por cierto, fueron pioneras de la educación de sordos en muchos otros países. Es ese el caso, por ejemplo, de Colombia, donde abrieron en 1924 la primera escuela de sordos, que llevaba el nombre de la orden. Esa escuela existe todavía y es conocida en Colombia como “la Sabiduría” (Ramírez 1998). En Larnay estudiaban en 1918, cuando Yvonne Pitrois recoge por primera vez informaciones sobre la institución, cerca de 40 niñas sordociegas, además de 60 niñas sordas. En el taller de la escuela trabajaban voluntariamente cerca de 100 ex‐alumnas, que producían allí toda clase de tejidos para la iglesia. El taller parecía gozar de mucha fama en su tiempo. La tradición de trabajo con niñas sordociegas de las Hermanas de la Sabiduría se había iniciado a finales del Siglo XIX. La primera niña que parece haber sido educada en Larnay fue Marthe Obrecht, y su preceptora la Hna. Sta. Marguerite. Marie Heurtin se convirtió en 1895 en la segunda alumna de esa monja.
La Hna. Sta. Marguerite, quien se había propuesto ser su mentora, procuraba una oportunidad para comenzar la educación de la niña. La encontró dos meses después del ingreso de Marie. La niña tenía consigo una pequeña navaja, que guardaba como un tesoro. En algún momento la Hna. Sta. Marguerite le quitó a la niña la navaja, y antes de devolvérsela, tomó las manos de Marie y las cruzó una sobre la otra, tras lo cual le regresó el objeto. Luego volvió a quitarle la navaja, ante lo que la niña reaccionó con furia. En algún momento, sin embargo, Marie repitió la postura de de las manos que le acababa de enseñar la monja, y al hacerlo recibió de inmediato su navaja.
El velo inicial y el más denso había sido retirado; una precisa idea había despertado en la mente de la niña, ella SABIA ahora que las cosas tenían nombres, que la voluntad humana existía y que era capaz de expresarse a sí misma de determinadas maneras. La pequeña navaja había sido la llave para abrir las puertas de acero de su prisión, y revelarle el enigma indescifrable de la vida.
La formación básica de las niñas en la escuela de Larnay duraba unos 7 años. Luego de terminada esa formación, la mayoría de las niñas regresaba a sus familias, pero algunas permanecían internas de por vida en el convento. Ese fue el caso de Marie Heurtin. En Larnay Marie desarrolló un profundo espíritu religioso. Cuenta Yvonne Pitrois que en una ocasión hizo Marie, junto con parte de la comunidad de Larnay, una peregrinación al santuario de la Virgen de Lourdes, para pedir por un milagro, pero que al no recibirlo decidió comenzar a pedir por los demás enfermos, a quienes consideraba más infelices que ella. A propósito de esa experiencia le contó Marie a Yvonne Pitrois en una carta: “¡Prefiero no ver en este mundo, para así poder ver mejor en el otro!”.
En los años siguientes, Marie continuó ayudando a las monjas de la escuela en la formación de varias otras niñas sordociegas como ella. El relato de Yvonne Pitrois recoge datos detallados de una de ellas, Yvonne Perlin. Nacida en 1893, en una aldea cercana a la ciudad de Rheims, Yvonne Perlin fue ubicada por Yvonne Pitrois en un campo de refugiados de guerra el año de 1916, y obtuvo un puesto en Larnay gracias a las diligencias de la periodista. Esta muchacha es la cuarta de las personas que aparece arriba, en la foto 2. Yvonne Perlin fue la primera niña sordociega refugiada de guerra que ingresó al convento gracias a los contactos y el trabajo de Yvonne Pitrois. Otras dos niñas en similar condición entraron luego: Emilienne Vanderhaege, proveniente de Bélgica, y Jeanne Delgove (de Amiens, Francia). Todas ellas recibieron también instrucción de Marie Heurtin.
Tras años gozando de una salud excelente, a principios de julio de 1921 cayó enferma Marie durante una epidemia de sarampión. También su hermana. El 19 de julio, casualmente, la madre de ambas se acercó al convento, pues había venido a traer a su hijo Stanislas (también sordo) para dejarlo en un convento de las cercanías como sirviente. Pudo así pasar varias horas con las hijas enfermas, en el convento. El día siguiente Marie se agravó, y el 22 de julio murióa sus 36 años. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio del convento.
Fuente Disminuir
Fuente