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"Cristiada" basada en la guerra de los Cristeros

3 de abril de 2015

Fue un conflicto armado que se llevo a cabo en México, este se prolongó desde 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y…

Plutarco Elías Calles y Rubén Blades quien lo caracterizo en la película Cristiada

 

La Constitución mexicana 1917 establecía una política que negaba la personalidad jurídica a las iglesias, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias del derecho a poseer bienes raíces e impedía el culto público fuera de los templos. Algunas estimaciones ubican el número de personas muertas en un máximo de 250 mil, entre civiles, efectivos de las fuerzas cristeras y del ejército maxicano.

Uno de los movimientos más importantes fue el ocurrido en Valparaíso, cuando el 14 de agosto de 1926 por la noche apareció don Pedro Quintanar, personaje de gran importancia en toda la lucha cristera. Se preparó el levantamiento que Aurelio Acevedo y sus amigos tenían preparado desde el primero de agosto, ya que el gobierno al saber de la presencia de Quintanar se movilizó más rápido. Se realizó la movilización en Peñitas y Peñas Blancas. Quintanar entraba a combate el 29 de agosto a Huejuquilla el Alto (Jalisco), comenzó así, la primera lucha cristera en forma, quedando como vencedores con el grito ahora triunfante de: ¡Viva Cristo Rey!

Los alzamientos siguieron e por el año 1926, luego se sumó casi la totalidad del centro del país. El conflicto tuvo un carácter fundamentalmente rural aunque la dirección de la Liga fue eminentemente urbana. Los cálculos más optimistas consideran que hacia 1927, las fuerzas cristeras rondaban los 12 mil efectivos y dos años después, en1929, habían alcanzado los 20 mil. Semejantes números son dignos de consideración por varias razones. En primer lugar, los obispos mexicanos, con muy contadas excepciones se distanciaron rápidamente del movimiento armado, desconocieron a la Liga y trataron de negociar la paz con el gobierno de Calles con la mediación del gobierno de los Estados Unidos. 

En segundo lugar, porque México recién había superado un prolongado y muy costoso conflicto armado que ensangrentó durante poco más de siete años buena parte del país. No sólo eso, los cristeros eran un ejército irregular (a pesar de que contaron con algunos militares de carrera en sus filas), que no esperaban recibir pago y que no contaban con mecanismos formales de aprovisionamiento, reclutamiento, entrenamiento, atención a sus heridos o cuidado de los deudos. A diferencia de otros grupos armados en la historia de México, no practicaron la así llamada 'leva' (una práctica por la que se obliga a personas a sumarse a un ejército).

Citando vivencias sobre personas que vivieron en carne propia la guerra, cuentan que se quemaron muchos documentos de la iglesia, incluidas la Fe de bautizo de todas las personas. Fue una guerra muy tortuosa. Finalmente, a diferencia de muchos grupos armados durante la revolución y antes, durante el siglo XIX, el mercado estadounidense de armas estuvo —al menos formalmente-- cerrado.

Muchos sacerdotes fueron fusilados en esta guerra Cristera

 

En 1928, luego de una reforma de la Constitución de 1917 y a pesar de que la Revolución mexicana había iniciado al grito de "Sufragio efectivo, no reelección", el ex presidente Álvaro Obregón contendió como candidato virtualmente único en las elecciones presidenciales. El Grupo Sonora, se pensaba en ese entonces, repetiría la fórmula seguida 40 años antes por el grupo Oaxaca, encabezado por Porfirio Diaz, para reformar paulatinamente la Constitución. Se decía, sin embargo, que Obregón —a diferencia de Calles— no tenía interés en continuar con el conflicto, por lo que llegaría a un acuerdo para acabar con la guerra. Obregón, sin embargo fue asesinado por el fanático católico José de León Toral en el restaurante "La Bombilla" en el Distrito Federal. Obregón había acudido ahí a participar de un desayuno ofrecido por los legisladores del bloque parlamentario que le apoyaba.

El ejército cristero estuvo compuesto básicamente por peones y aparceros rurales, dirigidos por antiguos militares revolucionarios, ex partidarios algunos de ellos de Pancho Villa, Emiliano Zapata y participaron también algunos sacerdotes. Combatían la política laica del presidente Plutarco Elías Calles y su sucesor, Emilio Portes Gil. En enero de 1927 comenzó el alzamiento civil, días apareció un referéndum que, a partir de aquel momento, no les dejó más remedio que la guerra.

Victoriano Ramírez 

Dicho ejército se distinguía por ser un ejército de campesinos soldados. La mayoría de los miembros se encontraban debajo de un cierto nivel de ingresos, tanto los de las ciudades como los del campo con una educación pobre, lo que les resultó muy fácil de involucrar. Así pues aquellos provenientes del campo constituían aliados civiles y soldados principalmente mientras que los de la ciudad se encargaban de la organización, la propaganda y el aprovisionamiento principalmente. A pesar de las limitaciones en insumos, en tres años los cristeros pasaron de ser la partida anárquica del ejército constituido, a derrotar en igualdad de fuerzas a las tropas federales. Si bien algunos ricos hacendados se unieron a la lucha (como Jesús Quintero, José Guadalupe Gómez, Manuel Moreno, Salvador Aguirre, Luis Ibarra y Pedro Quintanar por ejemplo) en las regiones de Zacatecas, los Altos de Jalisco, Michoacán, Durango y Guanajuato. Estos personajes fueron solo la excepción que confirmaba la regla: “Solo la gente humilde se estaba uniendo a la lucha”.

Por su parte, las mujeres también jugaron un papel importante dentro del ejército cristero. Además de ser las primeras guerrilleras y las más entusiastas a la hora de conflicto, se destacan más de 25,000 de las llamadas Brigadas Femeninas, dedicadas a apoyar en la rebelión. La más renombrada de ellas fue Lupita Chaire.

 

Lupita Chaire en el centro

A pesar de ser un conflicto que involucraba principalmente a un reducido grupo de población (principalmente clases bajas), las edades de los miembros de los distintos regimientos no se limitan a un grupo de edad.

José Luis Sánchez del Río:

Adolescente de 14 años da su vida por Cristo y la Iglesia. Nacido el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo (Michoacán, México). Lo asesinaron durante la guerra cristera en su ciudad natal, el 10 de febrero de 1928 «por odio a la fe».  Se mantuvo fiel a Cristo y a su Iglesia.  

Beatificado el 20 de noviembre, 2005 junto con trece mexicanos mártires de la persecución religiosa de la segunda década del siglo XX.

                                                               El niño José Luis Sánchez  y quien lo interpreta en la pelicula 

Los mártires beatificados con el joven José Luis Sánchez:

-El sacerdote José Trinidad Rangel Montaño, nacido el 4 de junio de 1887 en Dolores Hidalgo (diócesis de León, México).


-El sacerdote Andrés Sola Molist, misionero claretiano, nacido el 7 de octubre de 1895 en Taradell (España).


-El laico y célibe Leonardo Pérez Larios, nacido el 28 de noviembre de 1883 en Lagos Moreno (México). 


Los tres fueron asesinados el 25 de abril de 1927 en Rancho de San Joaquín. 


-El sacerdote de la diócesis de Veracruz, Dario Acosta Zurita, nacido el 20 de diciembre de 1908 en Naolinco (México), y asesinado en Veracruz el 25 de julio de 1931, «tres meses después de su ordenación sacerdotal», según recordó el cardenal Saraiva Martins.


-El mártir laico, abogado y padre de familia Anacleto González Flores, nacido en 1888 en Tepatitlán (Jalisco)

Además, siete otros compañeros mártires fueron asesinados en 1928. Tres de ellos, al igual que Anacleto, pertenecían a la Acción Católica de la Juventud Mexicana. 

«A estos Siervos de Dios, y especialmente a los mártires, que fueron víctimas de la intolerancia religiosa y del odio contra la Iglesia, encomendamos la paz del mundo», dijo el cardenal Saraiva al reconocerse su martirio.

 

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