Rezo mundial de un Rosario de reparación por la ceremonia blasfema de los Juegos Olímpicos
De los Juegos Olímpicos de París, en la que drag queens realizaron una parodia de la Última Cena. Cada vez son más las personas que a través de las redes sociales se unen a esta oración pública y mundial, convocada para el próximo viernes 2 de agosto a las 16.00 (hora de Francia).
Los fieles franceses animan a los católicos a unirse a este acto de reparación y a rezar el Rosario “en todas partes, en la calle, delante de una Cruz, en una iglesia”, para reparar la parodia realizada durante la inauguración de las olimpiadas el pasado viernes 26 de julio.
El irreverente espectáculo, en el que además participó una niña menor de edad, ha generado un masivo rechazo y ha sido condenado por numerosas autoridades de la Iglesia Católica, personalidades de diferentes países, fieles de todo el mundo e incluso de líderes musulmanes y de otras religiones.
Aunque el comité organizador de esta ofensa a la Eucaristía afirmó en un principio que la escena pretendía representar la escena griega del “Festín de los Dioses” de Van Biljert, los “artistas” confirmaron en declaraciones a la prensa francesa que su intención sí era imitar el cuadro de la Última Cena de Leonardo Da Vinci.
De hecho, la mujer “protagonista” que habría ocupado el lugar de Nuestro Señor Jesucristo, Barbara Butch, llegó afirmar en sus redes sociales que la representación se trataba de un “nuevo testamento gay”.
El Obispo español Mons. Jose Ignacio Munilla, quien ha condenado esta “deplorable” burla a los católicos, ha invitado a los fieles a unirse al acto de reparación a través de su perfil oficial de la red social X.
En su publicación, ha utilizado una fotografía tomada la noche posterior a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, cuando se produjo un apagón eléctrico generalizado en la capital francesa.
“Como se puede apreciar, la basílica del Sacre Coeur de Montmartre reluce luminosa en medio de la oscuridad. ¡Todo un signo!”, escribió el prelado español.
Además de Mons. Munilla, numerosos usuarios difundieron lo ocurrido en sus redes sociales, haciendo notar que la “luz del Señor” es la única que permanece encendida entre las tinieblas.
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