El papa Francisco confirma su viaje a Dubái para la conferencia climática COP28

El Papa Francisco confirmó que viajará a Dubái (Emiratos Árabes Unidos) del 1 al 3 de diciembre, y estará presente durante los días de la COP28, la “Conferencia de las Partes” organizada por las Naciones Unidas para combatir el cambio climático, que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre.

El Santo Padre anunció su próxima visita a los Emiratos Árabes Unidos durante una entrevista de casi una hora concedida al TG1 y emitida la noche del 1 de noviembre.

Durante la entrevista, el Papa Francisco trató varios temas: habló del conflicto en Tierra Santa, pidió la paz en Ucrania sin dejar de decir que comprende las razones del pueblo ucraniano, abordó la cuestión del celibato sacerdotal y también reiteró su no al sacerdocio femenino. Esta es la condensación del pensamiento del Papa Francisco, incluidos los señalamientos de "indietrismo", que, entre otras cosas, se encuentran hoy en varios discursos y libros.

No obstante, la noticia principal es el próximo viaje a Dubái. Hubo rumores y muchas fuentes mencionaron la posibilidad del viaje del Papa, pero aún no se conocía la fecha. El Santo Padre la ha confirmado.

En la entrevista, el Papa Francisco volvió a contar cómo nació la encíclica Laudato si’ de 2015: la ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolene Royale, le había instado a escribir algo antes de la COP21 celebrada en París. El Papa señaló que Laudato si’ “salió antes que París” y “el encuentro en París fue el más hermoso de todos”, porque “después de París todos retrocedieron y se necesita valentía para avanzar en esto”.

El Santo Padre, quien recientemente publicó la exhortación Laudate Deum como una actualización de Laudato si’, en preparación para la COP28, mencionó que un país, una isla en el Pacífico, “está comprando terrenos en Samoa para mudarse, porque dentro de veinte años no existirán porque el mar crece. Pero no creemos en esto. Todavía estamos a tiempo de parar”.

También se abordaron temas difíciles que se debatieron durante el Sínodo. El primero es la ordenación sacerdotal de mujeres. El Papa Francisco reafirma su posición: el problema es teológico, no administrativo, especialmente considerando que cada vez más mujeres ocupan cargos en el Vaticano. Sin embargo, mencionó dos principios: “El principio petrino, que es el de jurisdicción, y el principio mariano, que es el más importante. La Iglesia es esposa, no es varón, es mujer, y el poder de la Iglesia mujer es más fuerte, más importante que los ministros varones. María es más importante que Pedro".

Es diferente, indicó el Papa Francisco, la disposición sobre el celibato. Sin embargo, subraya que cambiar las disposiciones del celibato no ayudaría a la crisis de vocaciones, y que uno de los problemas de esta crisis de vocaciones es lo que él llama "espiritualidad de solteronas".

Sobre la acogida a personas homosexuales, el Papa Francisco enfatizó que “la Iglesia recibe a las personas, a todos, y no pregunta quiénes son. Otra cosa es cuando hay organizaciones que quieren ingresar. El principio es este: la Iglesia recibe a todos los que pueden ser bautizados. Las organizaciones no pueden ser bautizadas. Las personas sí".

El Papa Francisco también abordó la cuestión del conflicto en Gaza, subrayando que "toda guerra es una derrota". Dijo, además, que en Tierra Santa hay "dos pueblos que deben convivir con esa sabia solución con dos Estados bien definidos, y Jerusalén con estatus especial”.

Sin embargo, para el Santo Padre, la mayor responsabilidad recae en la industria de las armas.

Destacó luego que la guerra en Tierra Santa nos afecta “por lo que significa”, la de Ucrania porque está cerca, pero “otras guerras no nos afectan”, y mencionó la de Yemen y la difícil situación de los rohingya en Myanmar.

Hablando del conflicto en Ucrania, el Sucesor de Pedro dijo que piensa en primer lugar en el pueblo ucraniano, que “es un pueblo mártir: sufrió persecuciones muy fuertes durante la época de Stalin” (el Papa se refiere al Holodomor, el intento de genocidio de los pueblos ucranianos a través de una hambruna provocada). El Santo Padre aseguró que comprende a los ucranianos, porque cualquier cosa les hace revivir el pasado, pero “es necesaria la paz. ¡Deténganse! Necesitamos un acuerdo de paz".

Un acuerdo que no llega, porque nunca fue más allá del diálogo para la liberación de los prisioneros que él mismo inició en contacto con la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede, indicó el Santo Padre.

El Papa Francisco también abordó la cuestión de las migraciones. Pidió integrar a los inmigrantes porque, "de lo contrario, se convierten en un problema", recordó la crueldad del tráfico de inmigrantes y, para Europa, llegó incluso a hablar de una "acogida paneuropea".

En cuanto al Sínodo, el Pontífice valora positivamente la experiencia y cree que hemos "llegado al ejercicio de la sinodalidad que quería Pablo VI". Y se comparó un poco con Pablo VI, cuando —preguntado por el entrevistador sobre su posible filiación ideológica— dijo que su predecesor, que fue un gran innovador, también había sido llamado de izquierdas, y lamentó que “siempre en las instituciones de la Iglesia hay atrasados ​​que no aceptan que la Iglesia avance y esté en camino".

El final de la entrevista trata de cosas más personales: la última vez que fue a la playa, su futbolista favorito entre Lionel Messi y Diego Armando Maradona (y el Papa sorprendentemente eligió a Pelé), así como su novia de la juventud.