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Misericordia Señor, misericordia

27 de abril de 2025
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El Papa San Juan Pablo II en la canonización de San Faustina Kowalska el 30 de abril de 2.000 instituyó este día como el domingo de la misericordia, pues dio fe a la revelación y a la petición hecha por el Señor a la Santa.

En una visión de fe en Dios, la divina misericordia no es otra cosa que ternura, compasión y perdón. Lo dice así el Salmo 144: “El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus creaturas”.

El Señor Jesús, con su encarnación, su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa, nos dio la mejor y más perfecta muestra y prueba de su infinita misericordia, y nos colmó de bienes: su paz, su Cuerpo y su Sangre; destruyó la muerte y nos abrió las puertas de la gloria.

“Dios es amor”, nos enseña San Juan. Es la expresión bíblica de la misericordia divina que llena la tierra. Él se compadece de sus hijos, perdona nuestros pecados y nos promete ser semejantes a Él después de la muerte, si en vida supimos ser misericordiosos como es misericordioso su Padre que está en el cielo.

Como hombres y mujeres de fe, no tenemos dudas como las tuvo Tomás, celebramos llenos de gozo la resurrección del Señor, pero no dejamos de fijar nuestros ojos y nuestro corazón en el misterio de su pasión y de su muerte. Esa contemplación nos lleva de la mano a hacer ese gran descubrimiento de un Dios q es misericordia y nos invita a dar gracias al Señor porque es eterna su misericordia; Salmo 135. Y, a convertirnos en testigos y apóstoles de su divina misericordia.

Confiar en la misericordia de Dios, celebrarla, implorarla y dar testimonio de ella; ese es el mensaje de este domingo. ¿Lo estamos haciendo? ¿Somos conscientes de que la necesitamos? En este domingo, unidos en familia, en nuestra casa, con el crucifijo sobre nuestro pecho clamemos muchas veces: ¡Misericordia Señor, misericordia! Ten piedad de nosotros, como lo esperamos de Ti. Proclamemos el Salmo 135.

Esta fue la petición que Jesús hizo a San Faustina: deseo que la fiesta de la misericordia sea un refugio para todas las almas. La humanidad no encontrará la paz sino cuando se dirija a la fuente de mi misericordia (Diario 699 de la Santa).

Padre Carlos Marín G

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