Promover el diálogo y unidad de la familia en la cena de Navidad
Compartió siete consejos que te ayudarán a fomentar la paz y el diálogo con tu familia durante la cena de Navidad, y así promover la unidad en tu hogar. Garmo señaló que las noticias y sucesos que ocurren en la actualidad podrían ser motivo de discusiones no constructivas que lleven a la división de las familias o a las riñas con los amigos, y advirtió que esta situación podría presentarse también durante la cena de Navidad.
Frente a esta realidad, ella animó a no permitir “que los acontecimientos actuales dividan a su familia en estas fiestas”, y recordó que el Evangelio nos enseña en la Carta de San Pablo a los Colosenses que nuestras “conversaciones sean siempre agradables y de buen gusto, sabiendo responder a cada uno como conviene”. Además, nos llama a ver los problemas desde la fe católica y esforzarnos por comunicarnos con los demás a la luz de Cristo.
En ese sentido, Garmo ofreció siete estrategias para crear conversaciones con sentido durante la cena de Navidad, que fortalezcan la unidad en el seno de la familia.
Domina tu lengua:
Garmo compartió que cuando era niña tenía mal genio y su padre siempre le enseñaba que “a nadie le importa lo que tienes que decir si no sabes cómo decirlo”. Al respecto, recordó que muchos temas actuales pueden hacer que nuestras emociones nos gobiernen, y que para luchar contra esta tendencia, hay que aprender a dominar nuestra lengua; es decir, hablar con prudencia. Para lograrlo, Garmo animó a pedir al Espíritu Santo que guíe nuestras conversaciones a través de una sencilla oración que ella rezó durante muchos años: “Querido Señor, dame las palabras que sabes que otras personas necesitan escuchar”.
“Rezo esto antes de presentar cualquier programa de radio o televisión. Queremos entablar un diálogo, no un monólogo que pueda terminar en una discusión. También, lea las Escrituras todos los días. Conocer la verdad en las Escrituras le ayudará a entrar en estas conversaciones con paz, caridad y amor”, dijo.
Busca comprender al otro:
“Si realmente queremos la unidad en nuestras familias (...), primero debemos tratar de comprender a la otra persona”, dijo Garmo. Esto implica esforzarnos por conocerlas en “el punto en el que se encuentran en su camino de fe”.
“¿Cómo llegaron nuestros amigos o familiares a creer lo que creen hoy? Cada persona tiene una historia que contar. Trate de comprender el viaje de la persona preguntándole por su historia”, sugirió.
Haz preguntas:
Garmo recordó que el hacer preguntas es el inicio para entender a una persona. “Así es como ayudo a las personas a cerrar brechas, alcanzar metas y tener esos momentos de ‘epifanía’”, dijo.
Entonces, recomendó que cuando estés participando en conversaciones de temas polémicos, intentes “comprender a la otra persona haciendo preguntas como: ¿Qué te llevó a esta conclusión? ¿Cómo llegaste a este entendimiento? ¿Cuáles son tus mayores preocupaciones?”.
Comparte datos:
“Hacer una investigación es fundamental para que entendamos realmente lo que está sucediendo”, sugirió Garmo. Por eso, lea, investigue, “hable con los expertos y comparta lo que ha aprendido con los demás”, agregó. Garmo dijo que cuando habla “con alguien sobre el aborto, lo primero que la persona suele mencionar es a las víctimas de violación e incesto. Este punto es un buen lugar para comenzar, porque puede compartirle datos sobre cómo ese grupo de mujeres representa un pequeño porcentaje de abortos en la actualidad”.
“Según el Instituto Guttmacher, solo el 1% de las mujeres acceden al aborto porque quedaron embarazadas por violación, y menos del 0,5% lo hace por incesto”, dijo y reafirmó que “esos son datos importantes y pueden contribuir a una conversación fructífera”.
Cuenta una historia:
Garmo sugirió compartir una “experiencia personal sobre el tema en cuestión”, pues “las personas suelen recordar la historia antes que el punto que usted está diciendo, o la historia les ayuda a recordar el punto”. Así que, “comparta una historia sobre usted o tal vez alguien que conozca, que se relacione con la conversación. Necesitamos comenzar a personalizar estos temas para que podamos relacionarnos mejor entre nosotros”, recomendó.
Crea un espacio seguro:
“Las personas quieren sentirse cómodas y seguras compartiendo sus pensamientos y creencias”, así que “necesitamos hallar un territorio común” o espacio de entendimiento mutuo, afirmó Garmo.
“Recuerde, no queremos que la gente se calme o explote”, así que “sigamos haciendo preguntas, compartiendo datos y contando historias para que la conversación siga fluyendo”, dijo. Además, “crea un ambiente acogedor. Hacemos esto al no juzgar ni atacar a la otra persona. Escuche primero, y luego comparta la verdad en las Escrituras, los hechos y su historia”, agregó.
Anima a los demás a informarse:
“No podemos compartir lo que no tenemos y no podemos tomar decisiones reales sin la información correcta”, aseguró. Por eso, “lea el Catecismo de la Iglesia Católica y comprenda las enseñanzas de la Iglesia sobre estos temas” y “anime a las personas a aprender más, investigar y buscar la verdad. Recuerde mirar estos temas desde la perspectiva de un católico”, concluyó.
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