El Papa pide a scouts ser protagonistas en la evangelización

A ser “protagonistas en la evangelización y en la construcción de la sociedad”. La audiencia al grupo de los “Scouts Unitaires de France” de este 14 de mayo se realizó en la sala clementina del Vaticano con ocasión del 50 aniversario de su fundación. Las familias y los jóvenes que asistieron fueron acompañados por representantes del consejo para la pastoral de niños y jóvenes de la Conferencia Episcopal de Francia.

En su discurso, el Santo Padre destacó que los scouts tienen “la noble misión de testimoniar allí donde estén que, con su fe y su compromiso, pueden potenciar la riqueza de las relaciones humanas y hacer de ellas un bien común que ayude a la renovación social”.

“No pierdan nunca de vista que el Señor los llama a todos a llevar sin miedo el anuncio misionero allí donde estén, especialmente entre los jóvenes, en sus colonias, en el deporte, cuando salgan con los amigos, en el voluntariado y en el trabajo”, advirtió el Papa.

Sin embargo, el Santo Padre lamentó que en la sociedad “encontramos con demasiada frecuencia una degradación de las relaciones humanas y una falta de modelos fiables para los jóvenes que buscan formación” y agregó que “esta situación es todavía más precaria por la actual crisis sanitaria, que ha reducido las posibilidades de reunirse para confraternizar y forjar nuevas amistades”.

De este modo, el Santo Padre aconsejó “compartan siempre y en todas partes la alegría del Evangelio que les hace vivir” porque “el Señor quiere que sean sus discípulos y que difundan la luz y la esperanza, porque cuenta con su audacia, valor y entusiasmo”.

Por ello, el Papa esperó que el jubileo de este movimiento scout sirva para renovar su compromiso de ayuda “a los jóvenes a convertirse en personas libres y responsables, respetuosas con los demás y con su entorno”, y al mismo tiempo, sea “un signo de aliento para los jóvenes, porque los invita a soñar y a actuar, a tener el valor de mirar con esperanza el futuro”.

Al finalizar su mensaje, el Santo Padre encomendó a la materna protección de la Virgen María y rezó para que “Ella dirija su mirada misericordiosa a cada uno de ustedes y los lleve a ser fieles discípulos de su Hijo”.

“Los bendigo a todos, a sus familias y a las personas que los acompañan con su apoyo espiritual y material. Y les pido, por favor, de no olvidarse de rezar por mí”, concluyó el Papa.