Catequesis debe ser “antídoto” contra matrimonios débiles
Y, el Papa Francisco destaca que la catequesis debe servir como “antídoto” para contrarrestar matrimonios “con unos cimientos tan débiles que se ‘desmorone’ en poco tiempo”. Se trata de los “Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial”, preparados por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, como un fruto del Año “Familia Amoris Laetitia”, que el Santo Padre convocó por los cinco años de la publicación, en 2016, de la exhortación sobre la familia.
El Papa Francisco precisa en el prefacio del texto, dado a conocer en italiano y español, que lo entrega “a los pastores, a los cónyuges y a todos los que trabajan en la pastoral familiar”.
El documento sigue una indicación que el Papa ha expresado en repetidas ocasiones: “la necesidad de un ‘nuevo catecumenado’ en preparación al matrimonio’”, recordando lo propuesto en el número 66 de la exhortación apostólica Familiaris consortio de San Juan Pablo II:
“Así como para el bautismo de los adultos el catecumenado es parte del proceso sacramental, también la preparación para el matrimonio debe convertirse en una parte integral de todo el procedimiento del matrimonio sacramental, como un antídoto para evitar la proliferación de celebraciones matrimoniales nulas o inconsistentes”.
En el prefacio del nuevo documento, el Papa Francisco resalta “la grave preocupación de que, con una preparación demasiado superficial, las parejas corran el riesgo real de celebrar un matrimonio nulo o con unos cimientos tan débiles que se ‘desmorone’ en poco tiempo y no pueda resistir ni siquiera las primeras crisis inevitables”.
Estos fracasos, alertó, “traen consigo un gran sufrimiento y dejan profundas heridas en las personas. Se desilusionan, se amargan y, en los casos más dolorosos, acaban incluso por dejar de creer en la vocación al amor, inscrita por Dios mismo en el corazón del ser humano”.
Por lo tanto, subraya el Papa Francisco, “existe ante todo el deber de acompañar con responsabilidad a quienes expresan la intención de unirse en matrimonio, para que sean preservados de los traumas de la separación y no pierdan nunca la fe en el amor”.
Dedicar tiempo es una señal de amor
En el prefacio del documento, el Papa Francisco resalta que “también hay un sentimiento de justicia que debe animarnos” en la preparación matrimonial.
“La Iglesia es una madre, y una madre no tiene preferencias entre sus hijos. No los trata de forma desigual, les da a todos el mismo cuidado, la misma atención, el mismo tiempo. Dedicar tiempo es una señal de amor: si no dedicamos tiempo a una persona, es una señal de que no la queremos”.
El Papa refiere luego que “esto me viene a la mente muchas veces cuando pienso que la Iglesia dedica mucho tiempo, varios años, a la preparación de los candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa, pero dedica poco tiempo, solo unas semanas, a los que se preparan para el matrimonio”.
El Papa Francisco destaca asimismo que “los matrimonios constituyen la gran mayoría de los fieles, y a menudo son pilares en las parroquias”. Son también “guardianes de la vida” y de ellos “nacen las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada; y son las familias las que componen el tejido de la sociedad y ‘remiendan sus desgarros’ con paciencia y sacrificios diarios”.
Por ello, “es un deber de justicia para la Iglesia madre dedicar tiempo y energías a preparar a quienes el Señor llama a una misión tan grande como la familia”.
Tres etapas de preparación
El Santo Padre explicó que el nuevo documento “se estructura según las tres etapas: la preparación al matrimonio (remota, próxima e inmediata); la celebración de la boda; el acompañamiento de los primeros años de vida conyugal”.
Se trata entonces “de recorrer un tramo importante del camino junto a las parejas en su trayectoria vital, incluso después de la boda, especialmente cuando pueden pasar por crisis y momentos de desánimo”.
El Santo Padre dice además que quiere que a este primer documento “le siga cuanto antes otro, en el que se indiquen métodos pastorales concretos y posibles itinerarios de acompañamiento, dedicados específicamente a aquellas parejas que han experimentado el fracaso de su matrimonio y viven en una nueva unión o se han vuelto a casar civilmente”.
El Papa Francisco afirma que su intención con este es hacerles saber a estas parejas que la Iglesia no las abandona.
Don y tarea
El Santo Padre indica que este documento “que se presenta ahora es a la vez un don y una tarea. Un don, porque pone a disposición de todos un material abundante y estimulante, fruto de la reflexión y de experiencias pastorales ya puestas en práctica en diversas diócesis/eparquías del mundo”.
Es también “una tarea, porque no se trata de ‘fórmulas mágicas’ que funcionan automáticamente. Es un vestido que debe estar ‘hecho a medida’ de las personas que lo van a llevar”.
El Papa Francisco asegura finamente que “se trata, en efecto, de orientaciones que piden ser recibidas, adaptadas y puestas en práctica en las situaciones sociales, culturales y eclesiales concretas en las que cada Iglesia particular se encuentra”.
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