Una de las iglesias más esperadas en Colombia fue consagrada a San Juan Eudes

De la iglesia del barrio Minuto de Dios a San Juan Eudes, un templo que era esperado desde hace casi 30 años.
El barrio Minuto de Dios está ubicado en el occidente de Bogotá, dentro de la Diócesis de Engativá. Esta obra social que el P. García Herreros fundó en 1957, tuvo un primer templo que fue bendecido en 1961 y que fue pastoreado por el sacerdote hasta su fallecimiento en 1992.
Sin embargo, dos años después fue cerrado por problemas en su estructura y demolido en 1998, comenzando la construcción de la nueva iglesia. Si bien aún no está culminado al cien por ciento —por ejemplo, falta colocar la cruz sobre la cúpula—, ayer fue consagrado a San Juan Eudes, fundador de la Congregación de Jesús y María (eudistas), a la que pertenece el Siervo de Dios García Herreros.
El P. Diego Jaramillo Cuartas, presidente de la Corporación El Minuto de Dios, agradeció al Señor por el hecho de que la inauguración haya coincidido “con la fiesta de San Juan Eudes, que para todos nosotros es nuestro padre, nuestro modelo y es el que nos motiva realmente a trabajar por Cristo y por la Iglesia”.
En ese sentido, invitó a quienes no pudieron asistir a la Misa a que “lleguen a esta casa”, que ha sido designada iglesia jubilar, “para orar e intimar su relación con Dios y con Jesucristo, a pedirle al Señor bendiciones”. “Todo esto es para nosotros un motivo de alegría”, expresó.
Por su parte, el P. Camilo Bernal, vicepresidente de la Corporación El Minuto de Dios, recordó que San Juan Eudes “quería que nuestro corazón fuera hoguera de amor, y que esa hoguera de amor, de compasión, de misericordia, se extienda a toda la humanidad”, sirviendo especialmente a los más pobres.
Ser memoria viviente de la misericordia de Dios
La consagración del templo estuvo a cargo del Obispo de Engativá, Mons. Germán Medina, quien recordó la figura del P. García Herreros, cuya apertura “a la acción del Espíritu de Jesucristo” se manifestó en obras “que revelan la actualidad del carisma eudista y la audacia de encarnarlo en medio de los desafíos que señalan los signos de los tiempos”.
“Desde su ministerio sacerdotal, como párroco, consagró su vida a buscar el desarrollo integral de las personas, las familias y las comunidades. La gran obra del Minuto de Dios, organizada en sus corporaciones y fundaciones, es hoy signo del Reino. Como la pequeña semilla de mostaza que sembrada creció hasta convertirse en un árbol donde incluso los pájaros hacen su nido”, destacó.
Mons. Medina recordó que tuvo la oportunidad de conocer al P. García Herreros y de ver su Biblia, “completamente subrayada, coloreada. Signo de su amor por la Palabra de Dios”.
Luego, el prelado invitó a que la parroquia San Juan Eudes sea signo de fraternidad, familia y hogar; memoria viviente de la misericordia del Padre —especialmente hacia los pobres, los pequeños y los grandes— y “casa, tienda de encuentro, ensanchada para acoger a todos sin exclusiones”.
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