El 21 y 22 de noviembre, las presidencias de las Conferencias Episcopales de Colombia y Venezuela acompañaron a los migrantes venezolanos, haitianos y ecuatorianos en el puerto de Necoclí en el Urabá antioqueño.
Monseñor Hugo Torres, obispo de Apartadó, fue el anfitrión de la acción humanitaria que realizaron en las playas de Necoclí en favor de las familias venezolanas, ecuatorianas y haitianas.
Luego de compartir el desayuno en el puerto con algunas familias de migrantes, los obispos colombianos y venezolanos escucharon a un grupo de migrantes venezolanos que expresaron sus dolorosas situaciones de desarraigo, las razones que motivan a un venezolano a establecerse en Colombia o migrar a otras naciones. “Sabemos que es difícil, pero vamos con Dios adelante”, expresó una madre cabeza de familia migrante venezolana. La reunión se realizó en los salones pastorales de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Necoclí.
Durante la visita se sostuvo una reunión con Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM). Participaron la Defensoría del Pueblo, Migración Colombia, UNICEF, OIM (Organización internacional de Migraciones), ACNUR (la agencia de la ONU para los migrantes), Cruz Roja Colombiana, Mercy Corps y WORLD VISION. Los temas tratados fueron la caracterización de la última ola de migrantes que se realiza con la familia extensa, incluido niños, adolescentes y ancianos, la trata de personas, la explotación sexual y laboral, los niños y adolescentes migrantes sin acompañantes. Un punto que se resaltó es reconocernos como un país receptor y de tránsito de migrantes.
De la Conferencia Episcopal de Venezuela se hicieron presentes monseñor Jesús González de Zárate, arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia episcopal venezolana (CEV); monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y vicepresidente CEV.
Por parte de la Conferencia Episcopal de Colombia participaron monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y presidente CEC; monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente CEC; monseñor Luis Manuel Ali, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; y monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la comisión episcopal de Pastoral Social.
Conscientes que el problema no es de una sola nación sino regional, los obispos colombianos y venezolanos se comprometieron a priorizar todas las iniciativas y proyectos para ayudar a los migrantes por medio de las pastorales sociales y las Cáritas colombiana y venezolana.
La acción de la Iglesia Católica es permanente y eficaz en las poblaciones de Necoclí y Acandí por medio del trabajo cotidiano de la Pastoral Social Nacional y de la diócesis de Apartadó, Caritas Colombiana, la Red Clamor, las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada y las religiosas Juanistas.
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