Un nuevo templo para la comunidad: Parroquia Nuestra Señora de Aparecida
La parroquia Nuestra Señora de Aparecida, se encuentra ubicada en el sector de la Colina, entre la calle 146 y la calle 153 y entre la Carrera 55 y la Avenida Boyacá. Pertenece a la Vicaría Episcopal territorial de San Pedro. Su actual párroco es el padre Hernán Báez.
Historia
La historia de la parroquia se remonta al año 2005, siendo Arzobispo de Bogotá el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz y monseñor José Roberto Ospina León Gómez Vicario episcopal de San Pedro. La parroquia es hija de la parroquia Jesucristo Redentor del Barrio Mazurén, cuyo párroco era en ese momento monseñor Mauro Serrano Díaz.
El padre Carlos Santiago Granados Rocha, Vicario de Jesucristo Redentor, se hizo cargo de los sectores de El Plan, Mazurén y Santa Helena de la localidad de Suba. Fue conformando la comunidad de la nueva parroquia la cual se llamaría Nuestra Señora de la Luz y la Esperanza. Las Eucaristías se celebraban en los parques y luego en un espacio del Centro Comercial Colina Plaza. Varios grupos parroquiales se formaron.
Posteriormente, tomó el nombre de “Parroquia Nuestra señora de Aparecida”, por voluntad del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, en honor de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe celebrado en Aparecida, Brasil en 2007. Fue erigida canónicamente en la Arquidiócesis de Bogotá según decreto 1382 del 02 de Abril de 2008.
Se nombró al sacerdote Benito de Jesús María Mesa Ramírez, como administrador parroquial. En el año 2017 fue nombrado el padre Hernán Eduardo Báez Álvarez, quien se encuentra actualmente como su párroco.
Templo
En el año 2018 con mucho esfuerzo se logró adquirir un lote de 1.400 m² en la Calle 147 con carrera 59. Allí, se instaló una carpa temporal donde se realizan todos los sacramentos y celebraciones. Anteriormente, se realizaban en parques aledaños y en un espacio del parqueadero que dispuso un almacén de cadena aledaño.
El nuevo templo tiene un costo de 4 mil millones de pesos, los cuales se están consiguiendo por medio de donaciones y diferentes actividades. “Son 1300 m² de construcción y cada metro cuesta $3.600.000, por eso si conseguimos 1300 amigos, familias, personas que crean en las obras de la iglesia y servicio a la comunidad, podemos conseguir los recursos para construir esta obra”, indicó el padre Báez.
La parroquia propone tres maneras de realizar el aporte:
1. Un solo bono por $3.600.000.
2. 12 bonos de $300.000 mensuales por un año.
3. 36 bonos de $100.000 mensuales por tres años
Además, ofrece cinco beneficios para las personas que hagan el aporte:
- Un cenizario a tu nombre o de tu familia de 28 x 28cm.
- La foto de tu familia estará en la capilla del Sagrario y una vez al mes celebraremos una eucaristía por los benefactores.
- Los servicios litúrgicos que requieras como benefactor por tres años.
- Certificado de donación para DIAN.
- La bendición que Dios da a quienes ofrecen con amor (Eclo 35, 9-10) y la satisfacción de construir entre todos nuestro templo.
Los aportes se pueden consignar o transferir a una de estas cuentas:
Davivienda cuenta de ahorros: 46290010 1736
Bancolombia cuenta de ahorros: 10154633036
A nombre de parroquia Nuestra Señora de Aparecida NIT: 900.212.728-8
También, se puede entregar un cheque o dinero en efectivo directamente en la parroquia en un sobre sellado con tus datos.
Hasta el momento 25 personas han realizado el aporte “Hace un mes lanzamos esta campaña y 25 personas han hecho la donación, y eso nos favorece porque podemos avanzar en los estudios de suelos, de infraestructura y todos los análisis que tiene un proyecto antes de iniciar su construcción, queremos que mucha personas más crean en este proyecto”, señala el padre Báez.
La construcción comprende el templo parroquial, sacristía, oficinas administrativas, despacho, un espacio de salones para grupos pastorales y además espacios sociales “Con la construcción del templo poder implementar espacios que no sean necesariamente religiosos, pero que les sirvan a la comunidad. Como espacios de coworking donde personas que no cuentan con una oficina puedan venir a trabajar por horas, niños a estudiar y jóvenes universitarios. Porque realmente lo que el proyecto busca es convertirse en un centro de barrio, y no solamente es el objetivo primario de la celebración eucarística sino también un centro social”, subrayó Diego Sierra, arquitecto de la obra.
La comunidad se ha mostrado muy alegre y comprometida con la construcción del templo “La comunidad se encuentra feliz, y se sorprenden al ver que este espacio es acogedor, que tenemos unos logros que hemos ido alcanzando. Nuestro lema es Todos somos parroquia, la comunidad ha confiado, ha esperado, ha caminado en esa búsqueda para construir el templo de Dios”.
Por último, el padre Báez invita a todas las personas que deseen contribuir a la obra puedan hacerlo “Quiero invitar a todos los creyentes y no creyentes, la idea es que entre todos construyamos las obras de Dios, que son una bendición para la comunidad pero también para quienes nos sumamos en ella. Para todos quienes quieran sumarse al proyecto, puedan hacer una consignación o una transferencia y queremos animar a que muchos se sumen a este proyecto”.
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