Sacerdotes retirados apoyan Ministerio de la Escucha
En un esfuerzo por responder a las necesidades de aquellos que se sienten excluidos, el Informe de Síntesis del Sínodo de la Sinodalidad 2023 plantea la importancia de transformar la Iglesia en una institución más acogedora. El documento subraya que la escucha y la acogida deben ser fundamentales y estructurales dentro de la programación pastoral ordinaria y la organización operativa de las comunidades cristianas. Se hace un llamado a que estas prácticas no solo sean iniciativas individuales, sino una forma eclesial de hacer.
El informe, dentro de los aspectos planteados, propone la preparación de los “ministros de la escucha”, personas formadas adecuadamente para desarrollar el servicio de escucha y acompañamiento, ajustado a los distintos contextos y tipos de personas con las que se relacionan. Además, destaca la necesidad de que estas personas se sientan apoyadas por sus comunidades, que deben valorar y recibir el fruto de este servicio.
En consonancia con estas propuestas y acogiendo el interés de algunos presbíteros retirados del ministerio, que viven su fe ahora una realidad de vida laical, cuentan con preparación académica, espiritual y con experiencia profesional en distintos ámbitos, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, ha visto una oportunidad en convocarlos para que, junto a su familia, se sumen al Ministerio de la Escucha y colaboren en la evangelización en la ciudad. Se les ha encomendado colaborar en la Lectio Divina en algunas parroquias que desean recibir su apoyo.
Inicio, proceso transitado y proyección
Desde el año 2021, y con la motivación del Espíritu Santo, Gabriel Malagón, un sacerdote retirado, se encontró con el cardenal Rueda Aparicio y le expresó la inquietud de colaborar con la Iglesia, aprovechando la preparación y experiencia de los presbíteros que ya no ejercen el ministerio. Este encuentro fue el inicio de una serie de reuniones y de la formación de un grupo que actualmente cuenta con 44 presbíteros retirados registrados.
Hans Schuster, uno de los presbíteros retirados, compartió detalles sobre este proceso: “Las primeras reuniones fueron prácticamente de presentación de cada uno. Tenemos en el grupo exjesuitas, exsalesianos y de otras comunidades religiosas. Las primeras reuniones fueron solo nosotros; en una tercera reunión se integraron las esposas, y en este encuentro se integran los hijos. Se amplió el grupo”.
El Ministerio de la Escucha no es solo una idea, sino que se ha materializado en diversas actividades. Los encuentros han incluido desde sesiones de Lectio Divina hasta acciones misioneras en zonas vulnerables de Bogotá. El cardenal Rueda Aparicio ha estado presente en todas las reuniones, apoyando y guiando a los participantes.
Schuster ha destacado la cercanía y humanidad del cardenal: “Él, en su manera de ser, es muy sencillo, muy acogedor, muy humano. Está caminando con nosotros desde el comienzo, ha estado en todas las reuniones. Su estilo es como un párroco de pueblo, muy sencillo, humilde, sin pretensiones, muy humano, muy cercano a todos nosotros”.
Frutos esperados y desafíos
La Arquidiócesis de Bogotá es pionera en acoger a presbíteros retirados y en poner a disposición del cardenal su formación y experiencia para colaborar con la Iglesia. Hans Schuster destacó que la idea no es retornar al ministerio activo, sino colaborar a nivel arquidiocesano o parroquial con lo que son y saben. Sin embargo, también mencionó que han enfrentado resistencias: “Con presbíteros activos que nos conocen, permiten que les colaboremos; con presbíteros activos que no nos conocen, hay resistencia, perplejidad, temor. Entonces, no podemos colaborar por esa resistencia”.
Durante el último encuentro realizado en el pasado sábado 15 de junio, en el Seminario Conciliar de Bogotá, los presbíteros retirados asistieron con sus esposas e hijos, allí compartieron varios momentos de oración, reflexión. Algunos de estos jóvenes recibieron el sacramento de la confirmación por parte del cardenal.
Esta iniciativa es un paso significativo hacia una Iglesia más inclusiva y acogedora. Al integrar a presbíteros retirados y sus familias en el Ministerio de la Escucha y otras actividades, la Iglesia no solo aprovecha valiosos recursos humanos, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la acogida y la colaboración. Como mencionó Hans Schuster, “Queremos poner al servicio de la Iglesia arquidiocesana esa riqueza que poseemos los que ahora no ejercemos el ministerio. Para mí, ha sido interesante todo este caminar, todo este proceso. Vamos a ver qué nos dispone el Espíritu Santo para seguir concretando este caminar”.
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