Que el "Jubileo" reavive la esperanza

Dentro de la programación establecida en este año Jubilar, por la arquidiócesis de Bogotá, para poder obtener la indulgencia plenaria.
Es así como se hicieron presentes feligreses de todas las edades, de 44 parroquias arquidiocesanas cercanas, correspondientes territorialmente al arciprestazgo .2, más de 1.500 personas se congregaron; un número de 50 sacerdotes, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, junto a los obispos auxiliares monseñor Alejandro Díaz y Edwin Vanegas y el párroco de la catedral monseñor Sergio Pulido, participaron activamente en esta peregrinación.
Jornada intensa de confesiones, el rezo del santo rosario, una catequesis sobre la esperanza y la celebración de la sagrada eucaristía; que se vivieron a partir de las 8:00 de la mañana, finalizando a la 1:00 p.m.
Catequesis sobre la esperanza
Monseñor Edwin Vanegas, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Bogotá, hacia las 10:00 a.m. brindó una catequesis a los asistentes sobre la “esperanza”, iniciando con una oración para crecer en la esperanza y abrir el corazón para escuchar esta meditación.
Hubo algunas motivaciones iniciales donde se recordaba que este año jubilar centrado en la esperanza es una oportunidad para crecer, animar y celebrar la vivencia de la esperanza en la vida personal, familiar, eclesial y social.
Así mismo, cuestionó a los participantes sobre: ¿Peregrinar a la Catedral Primada nos abre la dimensión de la esperanza?, ¿Qué gracia deseo alcanzar?, ¿Qué espero hoy de Dios y de su Iglesia?
Meditó además sobre la esperanza como virtud teologal; ya que “esta proviene gratuitamente de la mano de Dios, quien ofrece al hombre esta gracia para que esté atento y orientado en la acogida y construcción de su reinado. El Señor vendrá de nuevo”. Afirmó monseñor Edwin.
La esperanza como dinamismo de la vida para el cristiano; la esperanza cristiana es un dinamismo, un motor, una fuerza que dirige nuestra existencia hacia un futuro realizable. La esperanza cristiana es una fuerza que acompaña en los momentos de incertidumbre, de fracaso de desánimo.
En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorado lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontrarnos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad.
Vivir la esperanza cristiana es un acto de solidaridad con el mundo y con los demás
Para ir finalizando monseñor Edwin en su catequesis sobre la esperanza, invitó a meditar sobre la esperanza como un “Nosotros”. Dios nos ha creado para la comunión con Él y entre nosotros. La esperanza definitiva que planifica nuestra vida se plantea en el encuentro con Él. La esperanza cristiana no es una esperanza individual, todo lo contrario, es un nosotros cósmico, eclesial y social.
La esperanza cristiana nos orienta hacia las dos formas de realización de la vocación humana. Con Dios como Hijos/Filiación y con los demás como Hermanos/Fraternidad.
Vivir la esperanza es un aporte a la superación de la cultura del pesimismo, individualismo y el fatalismo. Estamos invitados a abrirnos al nosotros del Optimismo, la Solidaridad y la Fraternidad. Concluyó el obispo auxiliar.
Vea ahora catequesis completa de monseñor Edwin Raúl Vanegas Cuervo, Obispo auxiliar de Bogotá, en la segunda peregrinación a la Catedral Primada de Colombia, sábado 22 de marzo de 2025:
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