Ordenación sacerdotal, regalo de Dios
De 28 años de edad, fue ordenado sacerdote para la arquidiócesis de Bogotá. Ceremonia que inició a las 10:00 de la mañana cumpliendo aforo y todas las medidas de bioseguridad, fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, y concelebrada por los obispos auxiliares; monseñor Pedro Salamanca y Luis Manuel Alí.
Estuvo presente el Consejo Episcopal arquidiocesano, el párroco de la catedral; padre Jorge Marín, los rectores de los dos seminarios de la arquidiócesis de Bogotá; padre Edwin Vanegas del seminario Mayor de San José, y José Vicente Sandino, del seminario Redemptoris Mater. También asistieron presbíteros arquidiocesanos y los familiares de Daniel Almanza, acompañando la ceremonia en la que se le impuso el sacramento del Orden sacerdotal.
En su homilía el señor arzobispo y Primado de Colombia, monseñor Rueda Aparicio, resaltó la importancia de la misión sacerdotal al ser llamados por misericordia de Dios para ser pastores, ungidos por el Señor y por la Iglesia.
“Somos elegidos para servir el pueblo de Dios, buscando la santidad, siendo ejemplo. Dejémonos buscar por el Señor todos los días” Afirmó el purpurado.
El Buen pastor da la vida por sus ovejas
Recalcó a Daniel Fernando: que las “actitudes paternales de Dios se verán reflejadas en su forma de pensar, de hablar, de vivir, orar, trabajar y de servir”. El Buen pastor da la vida por sus ovejas, que es toda la Iglesia, recalcó, e hizo la comparación con un asalariado; uno, que tiene una visión pesimista, que cuando ve venir las dificultades abandona todo.
“Debemos ser todo lo contario y especialmente en esta época de pandemia; debemos tener los pies en la tierra pero el corazón en el cielo y vivir la espiritualidad de la esperanza ya que no es tiempo para el pesimismo”. Aseveró.
El sacerdote debe ser un hombre que resiste a las persecuciones sin violencia, con bondad, es un hombre de paz, enseña a perdonar. Y a la luz del Evangelio de San Juan, capítulo 10; debe tener 3 características fundamentales: Debe ser realista pero con visión de esperanza. Resistente pero con bondad y sin violencia. Resiliente pero con apertura misionera.
Daniel Fernando Almanza se formó en el seminario mayor de San José, es oriundo de Choachí –Cundinamarca, tiene dos hermanos. Le gusta el fútbol, toca la guitarra, le encanta la música. Está feliz, escuchó el llamado de Dios para esta vocación sacerdotal. Quiere entregar su vida, su juventud al servicio de Dios aquí en la tierra. Invita también a otros jóvenes a seguir este camino, con optimismo, como una opción que vale la pena vivir. A continuación sus palabras junto a su madre, Esther Romero:
Fuente Disminuir
Fuente